CARTA de José Enrique Centén Martín Como no afiliado a ninguna rama religiosa describo la miseria, el cinismo y la hipocresía de una iglesia en cuanto a defender “sus” derechos, cuando su derecho y deber es realizar lo que predican sus escritos, y en uno de ellos Marcos 12:17, Jesús les dijo: Dad al César lo que es del César, y a Dios lo que es de Dios. Y se maravillaban de Él. España a pesar de ser un Estado aconfesional según la Constitución de 1978, la iglesia católica se cree con los derechos del primer Concilio ecuménico celebrado en el año 325 en Nicea convocado por el emperador romano Constantino aconsejado por un obispo español, Osio de Córdoba, logrando que se otorgara legitimidad al cristianismo en el Imperio romano y por primera vez se concedieron privilegios importantes cuya consecuencia fue un gran poder, buena posición social y económica a su organización, donaciones a la Iglesia, construcción de templos y dando preferencia a los cristianos como colaboradores personales.