"El deportista que ha logrado superar todas las barreras": así le dicen a Elkin. Él no sólo es un deportista de alto rendimiento, a pesar de padecer una discapacidad visual que deteriora su retina y le impide ver claramente, sino también alguien que sobrepasó las dificultades de la violencia. A los 10 años, "El Paisa" tuvo que salir con su familia de la vereda La Magdalena, en el municipio de Urrao (Antioquia), por amenazas de grupos armados ilegales que se disputaban la zona.
"Los sobrinos de mi mamá y de mi papá empezaron a tener algo que ver con esos grupos, entonces, por estar unos en un lado y otros en el otro, se vio afectada la familia, que no tenia nada que ver", explica el atleta.
Después de desplazarse al casco urbano de Medellín, los padres de Elkin encontraron trabajo en una finca cercana a la ciudad. Una de las condiciones para poderlos emplear, era que sólo se quedaran con uno de sus dos hijos. "Entonces a mí me mandaron para la Costa. Allá empecé a ver la vida diferente, porque las tías me pedían traer la leche de un lugar a 10 kilómetros de distancia de la casa. Esto tuvo mucho que ver mucho con el deporte, pues para poder hacer cualquier cosa me tocaba hacer mucho ejercicio", cuenta.
En el 2006, Serna conoció a varias figuras del deporte colombiano como los atletas Diego Colorado y Juan Guillermo Jaramillo, con quienes entrenaba. La relación con estos deportistas le permitió a Elkin conocer el deporte paralímpico (para personas con discapacidad), porque ellos lo asesoraron sobre el tema. "A través de unos exámenes comprobé que yo era deportista paraolímpico y pude viajar en el 2007 al Mundial de la entidad que cubre el deporte para ciegos, en Brasil", dice él.
El triunfo que más lo enorgullece en su carrera es el de los Juegos Paralímpicos de Pekín en el 2008. Después de haber corrido 42 kilómetros y 295 metros, sin saber en que posición iba, ganó la medalla de plata en la prueba maratón de la categoría T12 (visión baja).
"Cuando yo llegué a mi barrio en Medellín, eso fue una belleza… me pusieron un collar de arepas, me recibieron todos los niños del colegio, las personas del barrio, y me llevaban en un carro de bomberos. De tanta gente que había no pude llegar a la tarima. Eso fue muy ‘bacano’-estupendo"- recuerda Elkin.
Este premio ha sido uno de los más significativos para el atletismo paralímpico colombiano. Por esta razón Elkin se convirtió en el portavoz del mensaje “El Deporte, Una Sola Bandera”, emitido por el Gobierno para promover con equidad el deporte con discapacidad y el convencional.
Sin embargo, él considera que toda persona con lección física o visual puede participar en cualquier deporte. Lo que pasa es que pocos conocen de esta oportunidad. “Cuando yo quise entrar al deporte paralímpico me tocó investigar qué entidades era las que se encargaban del tema. Con el tiempo conocí que por ley existe una liga para personas discapacitadas por cada departamento y unos clubes que permiten participar gratuitamente a cada persona. Pero esta información no está a la mano de todos, lo que hace que muchos pierdan la oportunidad de usar el deporte en su proceso de rehabilitación”.
Por eso, Elkin asesora a todas las personas con discapacidad que conoce. Les dice que deben dirigirse a los institutos de deporte de cada departamento, preguntar por la liga de discapacidad, y todo lo relacionado con el tema. "Por allá les indican a que deporte puede pertenecer. Por ejemplo, los ciegos pueden jugar fútbol con un balón sonoro; las personas en sillas de ruedas pueden jugar baloncesto y ciclismo, con una bicicleta que se llama handicap bycicle", afirma.
Después de 2008, Elkin fue la imagen de los Juegos Suramericanos para el municipio de Bello (Antioquia), donde estuvo dando charlas en colegios, universidades y empresas sobre su testimonio de vida. Además, trabajó con ACNUR en la divulgación de la Campaña de Corre por la Vida, dedicada a generar solidaridad con las personas desplazadas por la violencia en este país.
"Mi propósito en la campaña con ACNUR fue trasmitir mi experiencia ante el desplazamiento, pero también quise decir que como personas desplazadas no debemos quedarnos ahí, si no luchar por nosotros mismos, para salir de salir del problema".
