Haití: 810.000 personas continúan en emplazamientos espontáneos en Puerto Príncipe y otras provincias
Tal y como afirma la OIM, el considerable descenso del número de haitianos residentes en campamentos de desplazados un año después del devastador terremoto es una señal positiva del progreso de los esfuerzos de recuperación, a pesar de poner de relieve las enormes dificultades a las que debe hacer frente la comunidad humanitaria para encontrar soluciones de alojamiento duraderas.
De acuerdo con una evaluación nacional realizada por la OIM entre noviembre de 2010 y enero de 2011, 810.000 personas continúan en emplazamientos espontáneos en Puerto Príncipe y otras provincias. Esta cifra representa aproximadamente la mitad del millón y medio de desplazados internos que, a fecha de julio de 2010, conformaban la población de haitianos desplazados. Se trata de la primera ocasión que la población de los campamentos no supera el millón de personas.
Dicha evaluación ha sido realizada dentro de los esfuerzos de gestión y coordinación que la OIM lleva a cabo regularmente en el país desde que acaeciera el seísmo y sugiere una tendencia a la baja del número de residentes de los campamentos de unas 100.000 personas al mes. El descenso más pronunciado está siendo presenciado en zonas rurales o semi-urbanas del sur del país, donde las opciones de alojamiento están disponibles más fácilmente.
«Si bien estas cifras indican un desarrollo positivo, aún queda mucho por hacer. La crisis de desplazamiento es una de las cuestiones más visibles e inextricables en Haití. Conseguir que la población abandone los campamentos y encuentre un alojamiento duradero es fundamental para la recuperación a largo plazo del país. Sin embargo, son muchos los obstáculos para hacerlo con premura y los haitianos sienten que las soluciones no llegan todo lo rápido que deberían», afirma el Director General de la OIM William Lacy Swing.
Aunque se estima que unas 200.000 personas han cambiado los campamentos por refugios transitorios, han retornado a sus viviendas dañadas o reparadas o se han ido a vivir a otro lugar, los asuntos relacionados con el régimen de la propiedad, los escombros, la falta de preparación del terreno para la construcción, así como las preocupaciones medio ambientales y la cartografía de las zonas de riesgo obstaculizan un avance más significativo hacia la resolución de la crisis de desplazamiento.
«Debemos ser conscientes de que la vida en los campamentos continuará siendo una realidad en un futuro próximo para cientos de miles de personas. Entretanto, se realizan todos los esfuerzos posibles para garantizar que los desplazados obtengan la asistencia y la protección continuada que necesitan. A medida que un mayor número de campamentos cierran, es necesario ayudar a las personas sin hogar ni medios de vida a conseguir alojamientos duraderos y puestos de trabajo», añade Swing.
Mientras que la construcción de más viviendas permanentes no sea posible, los refugios transitorios para un período de hasta cinco años representan la mejor opción. Además de ayudar a los desplazados, la OIM trabaja en la construcción de 8.110 refugios en las zonas más afectadas. Hasta la fecha, la Organización ha finalizado 3.000 de ellos.
A pesar de que las actividades de gestión de los campamentos son las que han recibido la menor financiación (un 43%) dentro de la respuesta humanitaria en Haití, la OIM y sus socios supervisan de manera regular todos los asentamientos espontáneos para conocer el nivel de los servicios y concienciar de las dificultades a las que tienen que hacer frente los desplazados. El grupo de organismos humanitarios de gestión de los campamentos ha solicitado US$93 millones para 2011.
Con esta cantidad se garantiza la coordinación de servicios sostenibles destinados al número en aumento de personas que retornan a sus hogares y vecindarios.
Asimismo, la OIM continuará sus esfuerzos y vigilancia en la lucha contra la epidemia de cólera. En calidad de proveedor de último recurso en materia de gestión de campamentos, la OIM lleva a cabo acciones contra el cólera en 250 campamentos de alto riesgo, incluidas la instalación de infraestructuras de agua y saneamiento, el establecimientos de puntos de rehidratación oral y la distribución de jabón y tabletas purificadoras del agua. Igualmente, se ha capacitado a los residentes de los campamentos en concienciación, prevención y tratamiento contra la enfermedad.
La Organización trabaja también en zonas rurales donde no se llevan a cabo actividades contra la epidemia, como en Gonaïves, Anse Rouge y alrededores, y apoya al Gobierno haitiano a mejorar la respuesta frente al cólera en los principales puntos fronterizos. Asimismo, ha distribuido millones de tabletas purificadoras del agua, jabón, artículos de higiene y sobres de sales de rehidratación oral entre los socios que se dedican a luchar contra la enfermedad y ha establecido cinco almacenes regionales para facilitar un abastecimiento continuo de material a las zonas necesitadas.
«Todo ello ilustra el compromiso de la OIM con Haití. La Organización trabaja en el país desde 1992, adaptando sus respuestas a las necesidades de la población. La OIM permanecerá a largo plazo en Haití para asistir a los desplazados y ayudar a encontrar soluciones duraderas a su difícil situación. Esperamos que para el segundo aniversario de la catástrofe apenas existan personas que necesiten un hogar o en riesgo de contraer enfermedades. No obstante, no queremos hacernos ilusiones puesto que aún queda mucho por hacer», afirma el Director General Swing.
