Más de 50 somalíes se han ahogado tras el hundimiento del bote en el que cruzaban el Golfo de Aden, informó la Agencia de la ONU para los Refugiados.
Según un comunicado de ACNUR, 54 de los que fallecieron o se encuentran desaparecidos eran refugiados somalíes, incluidos seis menores, y los tres restantes eran traficantes. El accidente tuvo lugar el pasado domingo y sólo hubo un superviviente.
“Por lo que sabemos, esto supone la mayor pérdida de vidas humanas en las aguas entre Somalia y Yemen en un único accidente desde el año 2008”, declaró el ACNUR. En aquella ocasión, los contrabandistas arrojaron al agua a 135 personas, lo que causó que el barco se hundiera, con un balance de 114 muertos.
El Alto Comisionado para los Refugiados Antonio Guterres manifestó: “Estamos horrorizados ante esta última tragedia que se suma al dolor que sufre el pueblo somalí. El Golfo de Aden sigue siendo una de las rutas más peligrosas para quienes están huyendo de la mezcla fatal de violencia, conflicto y abusos a los derechos humanos en el este de África”.
El superviviente del hundimiento, de 42 años, tuvo que nadar casi un día entero antes de poder alcanzar la costa yemení, cerca del puerto de Bir Ali, a unos 400 kilómetros al este de Aden. Hasta el miércoles, 23 cuerpos habían sido recuperados por la marina yemení, que no halló más supervivientes.
El superviviente, que había salido huyendo de Mogadiscio con su esposa y tres hijos, dijo que el barco empezó a hundirse tras ser golpeado por el fuerte oleaje. Sólo nueve hombres, entre los que se encontraban los tres traficantes, siguieron con vida tras el hundimiento, agarrándose a pequeños depósitos de plástico. El superviviente manifiesta no saber qué ha sido de estas personas.
El hombre, quien pudo ser atendido por un socio local de ACNUR, la Sociedad por la Solidaridad Humanitaria, comunicó a ACNUR que su familia y otras personas se habían embarcado el viernes por la tarde en una pequeña lancha bimotor cerca del puerto de Bossaso, en el norte de Somalia. En promedio, la travesía entre el Golfo de Aden y Yemen dura tres días.
Las últimas muertes suman ya 89 los que han perdido la vida o han desaparecido en las peligrosas aguas del Golfo de Aden este año. Todos los somalíes que alcanzan Yemen por mar de forma no autorizada, son considerados refugiados.
Según un comunicado de ACNUR, 54 de los que fallecieron o se encuentran desaparecidos eran refugiados somalíes, incluidos seis menores, y los tres restantes eran traficantes. El accidente tuvo lugar el pasado domingo y sólo hubo un superviviente.
El Alto Comisionado para los Refugiados Antonio Guterres manifestó: “Estamos horrorizados ante esta última tragedia que se suma al dolor que sufre el pueblo somalí. El Golfo de Aden sigue siendo una de las rutas más peligrosas para quienes están huyendo de la mezcla fatal de violencia, conflicto y abusos a los derechos humanos en el este de África”.
El superviviente del hundimiento, de 42 años, tuvo que nadar casi un día entero antes de poder alcanzar la costa yemení, cerca del puerto de Bir Ali, a unos 400 kilómetros al este de Aden. Hasta el miércoles, 23 cuerpos habían sido recuperados por la marina yemení, que no halló más supervivientes.
El superviviente, que había salido huyendo de Mogadiscio con su esposa y tres hijos, dijo que el barco empezó a hundirse tras ser golpeado por el fuerte oleaje. Sólo nueve hombres, entre los que se encontraban los tres traficantes, siguieron con vida tras el hundimiento, agarrándose a pequeños depósitos de plástico. El superviviente manifiesta no saber qué ha sido de estas personas.
El hombre, quien pudo ser atendido por un socio local de ACNUR, la Sociedad por la Solidaridad Humanitaria, comunicó a ACNUR que su familia y otras personas se habían embarcado el viernes por la tarde en una pequeña lancha bimotor cerca del puerto de Bossaso, en el norte de Somalia. En promedio, la travesía entre el Golfo de Aden y Yemen dura tres días.
Las últimas muertes suman ya 89 los que han perdido la vida o han desaparecido en las peligrosas aguas del Golfo de Aden este año. Todos los somalíes que alcanzan Yemen por mar de forma no autorizada, son considerados refugiados.
