La Alta Comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Navy Pillay, ha condenado la violenta represión de las protestas antigubernamentales en Libia, Baréin, Yemen y Siria. Dirigiéndose al Consejo de Derechos Humanos, Pillay declaró que el uso letal o excesivo de la fuerza contra manifestantes pacíficos también sirve a exacerbar las tensiones y alimenta la cultura de la violencia.
Además, aseguró que la represión no acabará con las aspiraciones del pueblo que legítimamente reclama sus derechos y pide a los Gobiernos que los proteja y respete.
“La apropiada respuesta de las autoridades es comenzar un diálogo nacional que incluya a todos para satisfacer las legítimas demandas de los protestantes. El foco sin embargo debe centrarse en resolver los asuntos que han llevado a la gente a la calle”, explicó Pillay.
Además, aseguró que la represión no acabará con las aspiraciones del pueblo que legítimamente reclama sus derechos y pide a los Gobiernos que los proteja y respete.
“La apropiada respuesta de las autoridades es comenzar un diálogo nacional que incluya a todos para satisfacer las legítimas demandas de los protestantes. El foco sin embargo debe centrarse en resolver los asuntos que han llevado a la gente a la calle”, explicó Pillay.