Ir al contenido principal

La BNE mostrará en septiembre la fotografía de Gyenes

A partir del 13 de septiembre y hasta el 18 de noviembre la Biblioteca Nacional de España expone Gyenes. Maestro fotógrafo, un recorrido por la vida y el legado fotográfico de uno de los grandes maestros que documentó con su trabajo la historia social española de la segunda mitad del siglo XX.

Por primera vez se organiza en la BNE una exposición sobre Gyenes. Unas 150 imágenes descubren no solo al fotógrafo sino también a la persona. La muestra se articula en cinco apartados: sus fotos icónicas, las más famosas; su álbum personal, fotos de su vida; retratismo, los retratos menos conocidos; artes escénicas, las fotos vinculadas a la danza, el teatro y la música y las rarezas, las fotos que ayudan a explicar su evolución artísticas y que nunca antes han sido exhibidas.

La cámara fotográfica de Juan Gyenes fue testigo de los más importantes acontecimientos políticos, sociales y artísticos de la España de la segunda mitad del siglo XX.

El comisario es Fernando Olmeda, periodista especializado en la figura de Gyenes y autor de su biografía.


Irenka Gyenes: “Mi padre hizo fotos hasta diez días 
antes de morir” Todos los recuerdos que le quedan a Irenka Gyenes de su padre, el desaparecido gran fotógrafo Juan Gyenes, son buenos, pero si tuviera que destacar solamente uno sería “su afecto. Era una persona muy afectuosa. Echo mucho de menos su mano, la mano con la que te acariciaba constantemente…” Perderle debió ser muy duro para usted. Durísimo. Murió hace diecisiete años. Estaba muy unida a él, y desde que falleció me falta media vida. Simplemente con mirarnos, sabíamos los dos lo que quería decirle el uno al otro. ¿Fue un padre autoritario?Era más de pedir las cosas con cariño. Lo que pasa es que no admitía la falta de respeto, de educación, y quería que su hija estuviera muy formada culturalmente. En eso era inflexible y exagerado. Me puso a estudiar bachillerato bilingüe, ballet, solfeo, piano…  Hay muchos que recuerdan a Juan Gyenes como un hombre muy serio… Lo era cuando tenía que serlo, pero siempre iba sonriendo por la vida. ¿Y era tan solidario como se cuenta? Muy solidario, ayudaba a muchísima gente sin recursos. Y a fotógrafos, actores o bailarinas, que no tenían dinero para empezar en la profesión. Fue muy altruista. Y disfrutaba mucho siéndolo. ¿Se sentía muy español? Hablaba seis idiomas, y yo le preguntaba: ¿en qué idioma piensas?. Y contestaba que pensaba en castellano, pero que rezaba y contaba en húngaro, su lengua natal. Su fama le vino por sus trabajos en estudio. ¿No echaba de menos su pasado como reportero? En cada etapa de su vida era feliz con lo que hacía. Fue un viajero constante. Menos  Rusia, que dijo que no iría jamás, por la invasión soviética de Hungría, se recorrió casi todo el mundo.   ¿Qué le gustaba hacer cuando no fotografiaba? Le encantaba leer, era un lector empedernido, nunca se dormía sin leer una hora.  Era un gran noctámbulo. Iba a muchos estrenos de teatro y los plasmaba con su cámara. Y luego se marchaba al “Mayte Commodore”. Allí se reunía toda la gente de teatro tras los estrenos. ¿En el mundo cultural, quiénes fueron sus amigos? Tuvo muchos y muy buenos amigos,  como fue el caso del empresario Jaime Fraga, dueño del Teatro Beatriz, el crítico teatral Lorenzo López Sancho,  Antonio Mingote, Tono, Edgar Neville, Alfonso y Victor de la Serna, José Tamayo, Antonio Bienvenida, Antonio “El bailarín”, Conchita Montes, los miembros de la peña cultural “Valentín”…  Precisamente, su progenitor hizo un libro sobre Antonio “El bailarín”. Sí. Antonio venía mucho por casa, era buena migo de mi padre. Mi padre editó quince libros de ballet, teatro, pintura, toros…  El taurino fue un encargo que le hizo Picasso. Y son unas fotografías irrepetibles, desde Parrita hasta Belmonte o Bienvenida.  Su padre sentía pasión por el teatro. Una gran pasión. Después de los grandes estrenos, mi padre fotografiaba a las compañías teatrales. Pero antes se había documentado muy bien sobre cada “secuencia” de la obra. Cada foto parece un cuadro… Gyenes estaba muy enamorado de su esposa… Fue un gran marido. Mimaba a mi madre exhaustivamente. Se la llevaba a los estrenos, hasta que ella se sintió un poco delicada de salud y no pudo seguir el ritmo nocturno de mi padre… que era increíble. Le diagnosticaron una leucemia, pero eso no le impidió seguir trabajando. Hizo fotos hasta diez días antes de morir, estuvo trabajando hasta el final, porque tenía muchas ganas de vivir… ¿Fue consciente de que sufría esa dura enfermedad? No. Lo intuía. Pero siempre le negamos la evidencia. El pronunció dos veces la palabra leucemia… Es increíble que estando tan mal tuviera fuerzas para trabajar.   El era así de fuerte. Y mira que estuvo ingresado tres veces… Pero jamás le dijimos que sufría esa enfermedad. No era tonto, sabía que algo había, pero… Diez días antes de morir le escribió unas líneas a su hematólogo de la clínica Ruber, en las que se despedía del médico con un “hasta el año que viene”. Le pedía unas vacaciones. Y el galeno le contestó: “don Juan, no puedo”. Tenía ochenta y dos años, y condujo su coche hasta un mes antes de su muerte. Tenía muchas ganas de vivir. 


http://www.bne.es/es/AreaPrensa/noticias/ExposicionGyenes.html




">


ARCHIVOS

Mostrar más


OTRA INFORMACIÓN ES POSIBLE

Información internacional, derechos humanos, cultura, minorías, mujer, infancia, ecología, ciencia y comunicación

El Mercurio Digital (elmercuriodigital.es) se edita bajo licencia de Creative Commons
©Desde 2002 en internet
Otra información es posible




AI FREE: DIARIO LIBRE DE INTELIGENCIA ARTIFICIAL