Ir al contenido principal

Anna Hatford (MSF): "La violencia en Kivu Norte se ha convertido ya en un desesperanzado denominador común"


La escalada de la violencia en los Kivus, en el este de la Republica Democrática del Congo (RDC) en los últimos meses deja a su paso muertos, heridos y miles de personas desplazadas. Pero su persistencia, su “normalidad” en los últimos años, aún antes del nuevo brutal incremento de los dos últimos meses tiene efectos indirectos, perversos: de acuerdo con Anna Hatford, coordinadora de proyecto en Kivu Norte la población teme moverse de sus campos y casas y retrasa acudir a los centros de salud. Muchas veces ya es tarde. La violencia también se ceba en los proyectos médicos, víctimas de ataques y de la inseguridad de la zona.
MSF

¿Cómo has visto la situación en los últimos meses?
Estamos trabajando con comunidades que sufren enormes niveles de violencia. La violencia masiva en los Kivus se ha convertido en un denominador común desesperanzado. La gente allí lo ve como algo normal. Hay un permanente chantaje por parte de los grupos armados. Ir al mercado a vender leña, y después regresar, supone pagarles. Es habitual sufrir robos. Y la gente se prepara para ello. Por ejemplo: si viajan, no lo hacen con todos sus hijos, así no serán todos ellos víctimas de ataques. Cuando enferman la gente prefiere esperar en vez de acudir al centro de salud más cercano. Se preocupan por salir de casa, por abandonar sus campos o por dejar a sus hijos en casa. Y una vez llegan a la clínica, muchas veces es demasiado tarde. Incluso cuando no vemos víctimas de ataques violentos, sí vemos las consecuencias del conflicto cada día: parturientas que llegan al hospital demasiado tarde, gente herida que ha esperado durante cuatro días en el bosque para evitar a los grupos armados con el riesgo de que sus heridas empeoren gravemente….

¿Qué tipo de enfermedades se atienden en el hospital?
Diarrea, malaria, problemas ginecológicos y obstétricos y desnutrición. También enfermedades crónicas como fallo cardíaco congestivo y diabetes…. Y enfermedades que no causarían preocupación en Europa, como infecciones respiratorias o sarampión, puesto que no son letales en Europa. En un sistema de salud pobre y en un contexto de violencia constante, estas infecciones pueden serlo. No es justo que haya niños que todavía mueran de sarampión pero, ¿cómo los vacunamos cuando determinadas áreas son imposibles de acceder? No hay respuestas fáciles, pero esto es increíble, escandaloso. Lo mismo en referencia a la desnutrición. La tierra es tan fértil que a nada que se te cae en el suelo, crece, no debería haber ningún desnutrido.


En el hospital de MSF más de una cuarta parte de nuestro trabajo quirúrgico se destina a tratar traumas relacionados con actos violentos. Esto supone destinar mucho mayor tiempo que, por ejemplo, para una cesárea de rutina. ¿Qué pasa cuando ocupa más de la mitad del día, ¿qué hacemos con los otros pacientes?. Los efectos de esta violencia son muchísimos….

¿Cómo trabaja MSF en un contexto así?
Manteniendo un diálogo con todas las partes. Creando una red que nos ayude a ser aceptados allí. Conozco a tal hombre, su mujer vino al hospital y su mujer vino por un amigo de un amigo. Mantenemos el diálogo de forma continua, aunque pueda ser extenuante, aunque se tenga que responder a la misma pregunta de la misma manera mil veces a mil personas.  Por supuesto la base del discurso es el principio inamovible de que tratamos a todo el mundo sin discriminación. El hecho de que tratamos a gente sin cobrar por ello también es clave, porque mucha gente no puede pagar por la sanidad. En centros en los que no opera MSF, los ciudadanos tienen que pagar cinco o diez dólares para una intervención menor. Para muchos esa cifra es imposible de obtener.  Además, la calidad de nuestro trabajo y los recursos de los que disponemos nos hacen ser reconocidos entre la población.

La población tiene necesidades enormes.
Las necesidades son obvias y eso es lo que mantiene a los equipos motivados. Se mantienen fuertes porque hacen muy buen trabajo. Las clínicas móviles nos permiten llegar a pacientes que tienen demasiado miedo como para moverse de sus casas. En un mes, de 330 partos asistidos, 320 niños llegaron bien al mundo. En la media de la región  la mortalidad es terrible. Es incomparable.


Sabemos que estamos ayudando a la gente y sabemos que estamos intentando llegar al mayor número de gente posible. Encontramos niños muy enfermos en nuestras clínicas móviles, entonces nuestra primera reacción es llevárnoslos a Masisi para tratarlos. Sólo  después pensamos en dónde ubicarlos: ¿que la sala está llena?, no hay problema, ponemos otro colchón en el suelo. Nuestros logistas batallan con problemas tales como ver si es posible poner a un tercer chaval en una máquina de oxígeno y eso porque el médico dice que se tiene que poder hacer. Es medicina utilitaria: las necesidades del paciente son prioritarias. Y eso la gente lo aprecia: en un control de carreteras, un señor siempre nos da plátanos, porque le salvamos la pierna. Nos enseñan bebés en las calles, nos recuerdan que su parto fue difícil, pero que los niños ahí están.

En noviembre de 2011 MSF fue víctima de un ataque violento y la organización redujo sus equipos en la zona hasta abril de 2012 ¿Cómo se retomaron las actividades?
Inmediatamente tras el incidente el proyecto se redujo a actividades regulares supervisadas desde fuera. Estábamos trabajando principalmente en el hospital y en dos centros de salud. Nuestras actividades periféricas, como clínicas móviles, ambulancias y referencias se suspendieron.
También suspendimos los trabajos de promoción de salud pública en un radio de cinco kilómetros. El objetivo siempre fue reiniciar todas las actividades, lo que finalmente hemos conseguido. El equipo de supervisión ha regresado, las posiciones están cubiertas e incluso hemos abierto nuevas. Hoy nuestro equipo consiste de 10 a 15  personal internacional y 70 personal nacional. Retomar las actividades fue relativamente fácil dado que nuestros equipos mantuvieron las cosas en orden en el hospital. Algunos centros de salud pasaron momentos duros porque no podían utilizar las ambulancias. Pero, de nuevo la gente está regresando.





">


ARCHIVOS

Mostrar más


OTRA INFORMACIÓN ES POSIBLE

Información internacional, derechos humanos, cultura, minorías, mujer, infancia, ecología, ciencia y comunicación

El Mercurio Digital (elmercuriodigital.es) se edita bajo licencia de Creative Commons
©Desde 2002 en internet
Otra información es posible




AI FREE: DIARIO LIBRE DE INTELIGENCIA ARTIFICIAL