OPINIÓN de Leonora Esquivel.-
La historia de este video es curiosa. Hace más de un año, el entonces novio de la prima de una activista de AnimaNaturalis me solicitó una entrevista para efectos de su profesión. La idea era conversar más con la persona y conocer algo de sus gustos, su personalidad y sus razones para dedicarse a los derechos de los animales.
Me divertí mucho dando esta entrevista pues las preguntas que me hacían salían de lo habitual. Tenía que confesar gustos, aficiones, manías, virtudes y defectos.
Fue pasando el tiempo y me olvidé de este video hasta que un amigo hecho recientemente, me dijo que él antes de conocerme en persona, me había visto en una entrevista hecha por un amigo suyo, donde yo hablaba de mí y de mi gusto por el heavy metal.
Me costó recordar a qué entrevista se refería y de pronto hice memoria y pensé en aquellas preguntas hechas hacía casi dos años que nunca vi editadas. Gracias a este amigo conseguí el video y con la ayuda de mis colegas de Chigüiro Estudio, en Colombia, hicimos una presentación para poder compartirlo con todos ustedes.
Más que las descripciones de los horrores por los que atraviesan los animales en situación de expolotación, es un acercamiento a la persona detrás de una organización surgida del sueño de dos individuos, es el reflejo de que todos podemos ser la diferencia para los animales, de cómo cada uno de nosotros podemos -y debemos ser- una voz para los animales.
