OPINI脫N de Federico Mayor Zaragoza.-
Entre el 12 y el 15 de junio tendr谩 lugar en Madrid el V Congreso Mundial contra la Pena de Muerte, que reunir谩 a una selecci贸n internacional de expertos, premios Nobel de la Paz y representantes de instituciones internacionales y no gubernamentales especializadas en el tema.
Asistir谩n varios miles de personas, entre las que se incluyen testigos, excondenados y familiares de sentenciados a la pena capital procedentes de unos 90 pa铆ses.
Este gran acontecimiento tiene cada vez mayor visibilidad en el calendario de los derechos humanos y una mayor influencia en la pol铆tica internacional. Se presentar谩n los datos actuales de la larga y dura batalla contra la pena de muerte en el mundo.
En l铆neas generales, es claro que nos estamos encaminando hacia un mundo libre de la pena de muerte. El pasado diciembre, una mayor铆a de pa铆ses votaron a favor de la resoluci贸n de la Asamblea General de la Organizaci贸n de las Naciones Unidas (ONU) que promueve la suspensi贸n de la pena de muerte.
Esta fue la cuarta votaci贸n en la ONU desde 2007, y cada vez ha aumentado el n煤mero de naciones que apoyan la moratoria.
Esta poderosa se帽al pol铆tica y diplom谩tica est谩 acompa帽ada de hechos positivos. Cada vez es mayor el n煤mero de pa铆ses que consideran que la pena capital es indebida y err贸nea, tanto humana como jur铆dicamente.
Seg煤n la ONU, unos 150 pa铆ses han abolido hasta ahora la pena de muerte en su legislaci贸n o en la pr谩ctica, lo cual constituye un gran avance, ya que en los a帽os 70 solo 16 lo hab铆an hecho.
El rechazo a las ejecuciones por el Estado en todas las regiones, culturas y religiones ha cobrado fuerza al haberse puesto en evidencia progresivamente que esta horrenda pr谩ctica es cruel, irrevocable y una violaci贸n del derecho a la vida. Y que no tiene ning煤n efecto disuasorio en el grado de criminalidad. Bien al contrario, incita a la violencia.
Una de las regiones que ser谩 objeto de particular atenci贸n es la que comprende el Medio Oriente y el norte de 脕frica, donde, en contraste con 脕frica subsahariana y con independencia de los progresos alcanzados gracias a la l煤cida y perseverante acci贸n de ciudadanos comprometidos, son m煤ltiples los desaf铆os que deben todav铆a abordarse.
Amnist铆a Internacional indica que en Iraq se ejecutaron 129 personas el a帽o pasado y que Ir谩n se sit煤a en segundo lugar despu茅s de China en el n煤mero de ejecuciones, mientras que Yemen contin煤a horrorizando a la opini贸n p煤blica al ejecutar a personas que supuestamente cometieron cr铆menes cuando eran menores de edad.
Arabia Saudita, donde la decapitaci贸n mediante espada es el m茅todo m谩s normal de ejecuci贸n, contin煤a aplicando la pena capital a personas que han sido acusadas de cr铆menes sin homicidio como adulterio, robo, tr谩fico de drogas y hechicer铆a.
Argelia, Jordania, Kuwait, L铆bano y Marruecos impusieron condenas a muerte en 2012, aunque afortunadamente siguieron neg谩ndose a llevar a cabo ejecuciones. Es de desear que pronto Egipto comunique con mayor transparencia las pr谩cticas en este campo.
En T煤nez, donde comenz贸 la Primavera 脕rabe, las se帽ales son mixtas: el a帽o pasado, el presidente interino conmut贸 a cadena perpetua las sentencias a 122 personas que, seg煤n el gobierno, estaban en el corredor de la muerte. Por primera vez, ese pa铆s vot贸 a favor del llamamiento de las Naciones Unidas para la moratoria. Sin embargo, en 2011 se volvi贸 a imponer la pena de muerte.
Cuanto antecede no significa, ni mucho menos, que los retos est茅n circunscritos al Medio Oriente y norte de 脕frica.
China ejecuta m谩s personas que el resto del mundo en su conjunto.
Bielorrusia sigue siendo de manera obstinada el 煤nico pa铆s que ejecuta a personas en Europa, donde la pena capital se excluye taxativamente en el art铆culo segundo de la Carta de los Derechos Fundamentales de la Uni贸n Europea: "Derecho a la vida. 1. Toda persona tiene derecho a la vida. 2. Nadie podr谩 ser condenado a la pena de muerte ni ejecutado."
En Estados Unidos se sigue reduciendo el n煤mero de Estados que practican la pena de muerte, habi茅ndose a帽adido recientemente Maryland.
Am茅rica Latina -otra lecci贸n que da el Sur en poco tiempo- est谩 exenta en su integridad. Los dos 煤nicos pa铆ses en los que todav铆a no figura en la legislaci贸n aunque no se practiquen ejecuciones desde hace varios a帽os -Cuba y Guatemala- han renovado hace poco su decisi贸n de no practicar ejecuciones y ya no tienen presos en el "corredor de la muerte".
A pesar de los malos ejemplos que hace poco han dado Jap贸n, Indonesia e India, al volver a ejecutar personas despu茅s de varios a帽os de no hacerlo, debemos de apreciar que, en su conjunto, la situaci贸n est谩 cambiando de tal modo que cada a帽o nos acercamos m谩s r谩pidamente al momento en que la pena capital se convertir谩 en recuerdo.
En Espa帽a se realizar谩 el Congreso Mundial contra la Pena de Muerte, organizado por la asociaci贸n francesa Ensemble Contre la Peine de Morte (Juntos contra la Pena de Muerte), con el patrocinio de los gobiernos de Espa帽a, Noruega, Suiza, Francia y del pa铆s anfitri贸n, en colaboraci贸n con la Coalici贸n Mundial contra la Pena de Muerte.
El Congreso constituir谩 una gran oportunidad para que los Estados adopten una posici贸n firme contra esta forma de violaci贸n de los derechos humanos, marcar谩 pautas para orientar a los miembros de la sociedad civil internacional -pol铆ticos, juristas, expertos- cuando elaboren estrategias para lograr la abolici贸n de la pena de muerte a escala mundial.
Tambi茅n enviar谩 un mensaje n铆tido al mundo: este gran objetivo es no s贸lo conceptual y 茅ticamente esencial sino pol铆ticamente posible.
*Federico Mayor Zaragoza, presidente de la Comisi贸n Internacional contra la Pena de Muerte, exdirector general de la UNESCO, presidente de la Fundaci贸n Cultura de Paz.
Entre el 12 y el 15 de junio tendr谩 lugar en Madrid el V Congreso Mundial contra la Pena de Muerte, que reunir谩 a una selecci贸n internacional de expertos, premios Nobel de la Paz y representantes de instituciones internacionales y no gubernamentales especializadas en el tema.
Asistir谩n varios miles de personas, entre las que se incluyen testigos, excondenados y familiares de sentenciados a la pena capital procedentes de unos 90 pa铆ses.
Este gran acontecimiento tiene cada vez mayor visibilidad en el calendario de los derechos humanos y una mayor influencia en la pol铆tica internacional. Se presentar谩n los datos actuales de la larga y dura batalla contra la pena de muerte en el mundo.
En l铆neas generales, es claro que nos estamos encaminando hacia un mundo libre de la pena de muerte. El pasado diciembre, una mayor铆a de pa铆ses votaron a favor de la resoluci贸n de la Asamblea General de la Organizaci贸n de las Naciones Unidas (ONU) que promueve la suspensi贸n de la pena de muerte.
Esta fue la cuarta votaci贸n en la ONU desde 2007, y cada vez ha aumentado el n煤mero de naciones que apoyan la moratoria.
Esta poderosa se帽al pol铆tica y diplom谩tica est谩 acompa帽ada de hechos positivos. Cada vez es mayor el n煤mero de pa铆ses que consideran que la pena capital es indebida y err贸nea, tanto humana como jur铆dicamente.
Seg煤n la ONU, unos 150 pa铆ses han abolido hasta ahora la pena de muerte en su legislaci贸n o en la pr谩ctica, lo cual constituye un gran avance, ya que en los a帽os 70 solo 16 lo hab铆an hecho.
El rechazo a las ejecuciones por el Estado en todas las regiones, culturas y religiones ha cobrado fuerza al haberse puesto en evidencia progresivamente que esta horrenda pr谩ctica es cruel, irrevocable y una violaci贸n del derecho a la vida. Y que no tiene ning煤n efecto disuasorio en el grado de criminalidad. Bien al contrario, incita a la violencia.
Una de las regiones que ser谩 objeto de particular atenci贸n es la que comprende el Medio Oriente y el norte de 脕frica, donde, en contraste con 脕frica subsahariana y con independencia de los progresos alcanzados gracias a la l煤cida y perseverante acci贸n de ciudadanos comprometidos, son m煤ltiples los desaf铆os que deben todav铆a abordarse.
Amnist铆a Internacional indica que en Iraq se ejecutaron 129 personas el a帽o pasado y que Ir谩n se sit煤a en segundo lugar despu茅s de China en el n煤mero de ejecuciones, mientras que Yemen contin煤a horrorizando a la opini贸n p煤blica al ejecutar a personas que supuestamente cometieron cr铆menes cuando eran menores de edad.
Arabia Saudita, donde la decapitaci贸n mediante espada es el m茅todo m谩s normal de ejecuci贸n, contin煤a aplicando la pena capital a personas que han sido acusadas de cr铆menes sin homicidio como adulterio, robo, tr谩fico de drogas y hechicer铆a.
Argelia, Jordania, Kuwait, L铆bano y Marruecos impusieron condenas a muerte en 2012, aunque afortunadamente siguieron neg谩ndose a llevar a cabo ejecuciones. Es de desear que pronto Egipto comunique con mayor transparencia las pr谩cticas en este campo.
En T煤nez, donde comenz贸 la Primavera 脕rabe, las se帽ales son mixtas: el a帽o pasado, el presidente interino conmut贸 a cadena perpetua las sentencias a 122 personas que, seg煤n el gobierno, estaban en el corredor de la muerte. Por primera vez, ese pa铆s vot贸 a favor del llamamiento de las Naciones Unidas para la moratoria. Sin embargo, en 2011 se volvi贸 a imponer la pena de muerte.
Cuanto antecede no significa, ni mucho menos, que los retos est茅n circunscritos al Medio Oriente y norte de 脕frica.
China ejecuta m谩s personas que el resto del mundo en su conjunto.
Bielorrusia sigue siendo de manera obstinada el 煤nico pa铆s que ejecuta a personas en Europa, donde la pena capital se excluye taxativamente en el art铆culo segundo de la Carta de los Derechos Fundamentales de la Uni贸n Europea: "Derecho a la vida. 1. Toda persona tiene derecho a la vida. 2. Nadie podr谩 ser condenado a la pena de muerte ni ejecutado."
En Estados Unidos se sigue reduciendo el n煤mero de Estados que practican la pena de muerte, habi茅ndose a帽adido recientemente Maryland.
Am茅rica Latina -otra lecci贸n que da el Sur en poco tiempo- est谩 exenta en su integridad. Los dos 煤nicos pa铆ses en los que todav铆a no figura en la legislaci贸n aunque no se practiquen ejecuciones desde hace varios a帽os -Cuba y Guatemala- han renovado hace poco su decisi贸n de no practicar ejecuciones y ya no tienen presos en el "corredor de la muerte".
A pesar de los malos ejemplos que hace poco han dado Jap贸n, Indonesia e India, al volver a ejecutar personas despu茅s de varios a帽os de no hacerlo, debemos de apreciar que, en su conjunto, la situaci贸n est谩 cambiando de tal modo que cada a帽o nos acercamos m谩s r谩pidamente al momento en que la pena capital se convertir谩 en recuerdo.
En Espa帽a se realizar谩 el Congreso Mundial contra la Pena de Muerte, organizado por la asociaci贸n francesa Ensemble Contre la Peine de Morte (Juntos contra la Pena de Muerte), con el patrocinio de los gobiernos de Espa帽a, Noruega, Suiza, Francia y del pa铆s anfitri贸n, en colaboraci贸n con la Coalici贸n Mundial contra la Pena de Muerte.
El Congreso constituir谩 una gran oportunidad para que los Estados adopten una posici贸n firme contra esta forma de violaci贸n de los derechos humanos, marcar谩 pautas para orientar a los miembros de la sociedad civil internacional -pol铆ticos, juristas, expertos- cuando elaboren estrategias para lograr la abolici贸n de la pena de muerte a escala mundial.
Tambi茅n enviar谩 un mensaje n铆tido al mundo: este gran objetivo es no s贸lo conceptual y 茅ticamente esencial sino pol铆ticamente posible.
*Federico Mayor Zaragoza, presidente de la Comisi贸n Internacional contra la Pena de Muerte, exdirector general de la UNESCO, presidente de la Fundaci贸n Cultura de Paz.