OPINIÓN de Teodoro Rentería Arróyave.- 30.07.13.
En el devenir de todos los pueblos, por lógica, se dan los relevos generacionales, muchos de ellos sin sentirse por naturales, en el caso de heroica y asediada Cuba, el cambio generacional toma dimensiones épicas, puesto que como lo expresó el presidente, Raúl Castro, es el relevo de la “Generación Histórica” a la de los jóvenes del hoy y del ahora.
Bajo la premisa de preservar por encima de todo la unidad de los cubanos dignos, el General del Ejército Raúl Castro Ruz, Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, en el acto de conmemorativo del 60 Aniversario del ataque a los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes envío a su nación y al mundo un mensaje a la par de historia digna y de futuro prometedor, ello ocurrió en la Plaza Mariana Grajales, en Santiago de Cuba, el pasado 26 de Julio de 2013, “Año 55 de la Revolución”.
La premisa es realidad pura, Raúl explicó que “hoy más del 70 por ciento de los cubanos nació después del triunfo de la Revolución. Podría decirse, agregó, que convivimos en suelo patrio varias generaciones, cada una de ellas con historia y méritos propios, en correspondencia con el momento que les tocó vivir.
Para luego lanzar el mensaje del ahora y del futuro: “La Generación Histórica va cediendo su lugar a los “pinos nuevos” con tranquilidad y serena confianza, basados en la preparación y capacidad demostradas de mantener en alto las banderas de la Revolución y el Socialismo, por las que entregaron sus vidas innumerables patriotas y revolucionarios, desde los indios y esclavos que se rebelaron contra la opresión hasta nuestros días.
Parecería un milagro que a 60 años de aquel 26 de julio, añoró, estemos vivos todavía varios de los participantes en aquellos acontecimientos, tras los cuales se desató la sed de venganza de la dictadura y fueron torturados y asesinados muchos de los combatientes capturados.
También nosotros quisimos tomar el cielo por asalto, era un sueño, lo intentamos, no pudo ser; pero exactamente cinco años, cinco meses y cinco días después, el Primero de Enero de 1959, estábamos entrando por esta puerta principal a exigir, en nombre de Fidel, el rendimiento incondicional de la guarnición de la ciudad, que pasaba de 5 mil hombres.
Entre aplausos y exclamaciones de miles de asistentes al acto conmemorativa entre los que se encontraban los mandatarios de Bolivia, Nicaragua, Uruguay, Venezuela, República Dominicana, Antigua y Barbados, San Vicente y las Granadina, Santa Lucía y representantes de otras naciones, Raúl Castro Ruz recordó la firmeza y el decoro de Fidel, que de acusado se convirtió en acusador en el juicio a que fuimos sometidos, constituyó nuestra primera victoria.
Luego vino, siguió en su relato, la prisión fecunda, el exilio en México, la recomposición de las fuerzas revolucionarias, los preparativos para la expedición del yate Granma… el reencuentro con Fidel dos semanas después; la decisiva victoria en 74 días de incesante e intenso batallar sobre la gran ofensiva de las tropas batistianas contra el territorio del Primer Frente de la Sierra Maestra donde se encontraba la Comandancia General del Ejército Rebelde, hecho de enorme significación que, como dijo el Ché, “le quebró a la tiranía el espinazo”.
Quien quiera saber de la historia verdadera y breve de la gesta heroica de la Revolución Cubana-Castrista, nos permitimos remitirlos al discurso completo de Raúl Castro Ruz. La historia del relevo del hoy y del ahora, la del relevo generacional.
En el devenir de todos los pueblos, por lógica, se dan los relevos generacionales, muchos de ellos sin sentirse por naturales, en el caso de heroica y asediada Cuba, el cambio generacional toma dimensiones épicas, puesto que como lo expresó el presidente, Raúl Castro, es el relevo de la “Generación Histórica” a la de los jóvenes del hoy y del ahora.
Bajo la premisa de preservar por encima de todo la unidad de los cubanos dignos, el General del Ejército Raúl Castro Ruz, Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, en el acto de conmemorativo del 60 Aniversario del ataque a los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes envío a su nación y al mundo un mensaje a la par de historia digna y de futuro prometedor, ello ocurrió en la Plaza Mariana Grajales, en Santiago de Cuba, el pasado 26 de Julio de 2013, “Año 55 de la Revolución”.
La premisa es realidad pura, Raúl explicó que “hoy más del 70 por ciento de los cubanos nació después del triunfo de la Revolución. Podría decirse, agregó, que convivimos en suelo patrio varias generaciones, cada una de ellas con historia y méritos propios, en correspondencia con el momento que les tocó vivir.
Para luego lanzar el mensaje del ahora y del futuro: “La Generación Histórica va cediendo su lugar a los “pinos nuevos” con tranquilidad y serena confianza, basados en la preparación y capacidad demostradas de mantener en alto las banderas de la Revolución y el Socialismo, por las que entregaron sus vidas innumerables patriotas y revolucionarios, desde los indios y esclavos que se rebelaron contra la opresión hasta nuestros días.
Parecería un milagro que a 60 años de aquel 26 de julio, añoró, estemos vivos todavía varios de los participantes en aquellos acontecimientos, tras los cuales se desató la sed de venganza de la dictadura y fueron torturados y asesinados muchos de los combatientes capturados.
También nosotros quisimos tomar el cielo por asalto, era un sueño, lo intentamos, no pudo ser; pero exactamente cinco años, cinco meses y cinco días después, el Primero de Enero de 1959, estábamos entrando por esta puerta principal a exigir, en nombre de Fidel, el rendimiento incondicional de la guarnición de la ciudad, que pasaba de 5 mil hombres.
Entre aplausos y exclamaciones de miles de asistentes al acto conmemorativa entre los que se encontraban los mandatarios de Bolivia, Nicaragua, Uruguay, Venezuela, República Dominicana, Antigua y Barbados, San Vicente y las Granadina, Santa Lucía y representantes de otras naciones, Raúl Castro Ruz recordó la firmeza y el decoro de Fidel, que de acusado se convirtió en acusador en el juicio a que fuimos sometidos, constituyó nuestra primera victoria.
Luego vino, siguió en su relato, la prisión fecunda, el exilio en México, la recomposición de las fuerzas revolucionarias, los preparativos para la expedición del yate Granma… el reencuentro con Fidel dos semanas después; la decisiva victoria en 74 días de incesante e intenso batallar sobre la gran ofensiva de las tropas batistianas contra el territorio del Primer Frente de la Sierra Maestra donde se encontraba la Comandancia General del Ejército Rebelde, hecho de enorme significación que, como dijo el Ché, “le quebró a la tiranía el espinazo”.
Quien quiera saber de la historia verdadera y breve de la gesta heroica de la Revolución Cubana-Castrista, nos permitimos remitirlos al discurso completo de Raúl Castro Ruz. La historia del relevo del hoy y del ahora, la del relevo generacional.
