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"Como una sacerdotisa, Patti Smith ha movido hoy las manos en el aire, ha bailado entregada a los sonidos lisérgicos de la guitarra eléctrica, ha lanzado gritos desgarrados y ha hecho levantar de sus sillas al público de los Jardines de Pedralbes, a pesar de que los de seguridad han intentado impedirlo", narra la agencia EFE.
Esto ha ocurrido en el tramo final del concierto que ha ofrecido en Barcelona la cantante, que ha empezado mucho más tranquila, recitando versos de su amado Allen Ginsberg, y ha acabado cantando el empoderante "People Have The Power".
Patti Smith o el vigente aullido de la loba del punk