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El tema "Rock and Roll" cerró su concierto en Barcelona
Cuando Led Zeppelin colgó los guantes a principios de los años ochenta tras la muerte del insustituible batería John Bonham, Robert Plant podría haberse retirado sabiendo que se había ganado un lugar privilegiado en la historia del rock.
En realidad, había puesto letra y voz a un montón de canciones inmortales, como Stairway to Heaven, Whole Lotta Love o Inmigrant Song. Pero, lejos de ser un punto y final, la disolución del grupo significó un nuevo principio para la trayectoria del británico.
A lo largo de los años, Robert Plant no ha dejado de investigar la fértil tradición del rock, el blues, el folk y el country, añadiendo siempre el inconfundible toque de sus cuerdas vocales y rodeándose siempre de los mejores músicos: Marc Ribot, T. Bone Burnett, Alison Krauss (con quien hizo el memorable álbum Raising Sand)... Su última aventura le ha llevado a colaborar con los Sensational Space Shifters, un potente conjunto instrumental con el que cocina un sonido único, incorporando instrumentos de raíz africana y texturas electrónicas. Con ellos, presentó anoche en Barcelona su disco Lullaby and... the Ceasless Roar.
Robert Plant no salió al escenario con el torso desnudo ni saltando como cuando era joven, pero demostró que sigue siendo un roquero de raza que conserva una voz poderosa y que, aunque se niega a resucitar a Led Zeppelin, disfruta de aquellas viejas canciones tanto como sus seguidores, cuenta la agencia EFE.
Aunque no salte, el autor de himnos legendarios como "Stairway to Heaven" sabe como hacer saltar al público, que lo hizo anoche hasta la extenuación con "Rock and Roll", el tema que cerró el concierto del festival Cruïlla de Barcelona.
http://www.cruillabarcelona.com/es/actuaciones/s%C3%A1bado-9/robert-plant
