CARTA de Jira Bulahi Bad, Delegada Saharaui para España
Resulta tremendamente llamativo que una entidad como el Instituto Cervantes se preste para una maniobra puramente política mediante la cual, Marruecos pretende buscar una fórmula para legitimar su ocupación ilegal sobre un territorio, el Sahara Occidental, presente en la agenda de las Naciones Unidas desde los años sesenta, como Territorio pendiente de descolonización.
Es curioso que para explicar las negociaciones que se han llevado a cabo sobre la apertura de una nueva aula del Instituto en la ciudad ocupada de El Aaiun, se alegue que la decisión responde a una política de descentralización por parte del Rey de Marruecos que apoya el desarrollo de las regiones. Le recuerdo, Sr. Galván, que el Sahara Occidental no es parte integrante de Marruecos. Que disparate, un error imperdonable.
Me extraña enormemente que los representantes del Cervantes hayan encontrado fórmulas para abrir el Aula en el Aaiún (Capital del Sahara Occidental, abandonada por España en 1975 y ocupada ilegalmente desde entonces por Marruecos), a petición del Gobierno ocupante de Marruecos, pero no encuentran una fórmula para abrir una en Tinduf. Qué raro.
Existen aulas del Instituto Cervantes en diferentes ciudades de Argelia. Tinduf es también una ciudad argelina por lo que sólamente habría que abordar el asunto con las autoridades de ese país. Es fácil. ¿Dónde está el problema?
Para los campamentos de población refugiada saharaui, es sencillo también, hay que abordarlo con el único y legítimo Representante del Pueblo Saharaui que es el Frente POLISAIRO. ¿Dónde está el problema?
El Pueblo Saharaui lleva 41 años haciendo enormes esfuerzos y sacrificios en plenos campamentos, en medio del desierto, de la nada, para que el castellano siga siendo el segundo idioma del pueblo saharaui, lamentablemente, sin contar con el apoyo directo del Instituto Cervantes. Es sencillamente incomprensible.
¿Por qué el Instituto Cervantes no ha querido o no ha podido ayudar el esfuerzo del Frente POLISARIO por mantener el castellano como segundo idioma oficial del Estado Saharaui?
Tristemente por dos razones y las dos dejan mucho que desear por parte de los responsables del Cervantes a lo largo de estos dolorosos y largos años de lucha y resistencia pacífica del pueblo saharaui. Por un lado, la amenaza del Gobierno marroquí de cerrar los Institutos Cervantes que operaban y operan en Marruecos con toda legitimidad, hay que recordarlo también y, por otro, la pretensión por parte de este país de abrir un Cervantes en el Sahara Occidental ocupado como maniobra de buscar ese reconocimiento a su ocupación del territorio que no ha podido conseguir desde el punto de vista del Derecho Internacional.
Esta es la cuestión de fondo por la que los saharauis no vemos con buenos ojos esta iniciativa que no responde a un deseo sincero y acorde con los objetivos de una Institución como el Instituto Cervantes.
Se confunde peligrosamente el Instituto Cervantes. En lugar de difundir el español que es su verdadero cometido, intenta maquillar la injusticia y tapar las violaciones del Derecho Internacional en un Territorio No Autónomo, como es el Sáhara Occidental, pendiente de descolonización, donde solo y únicamente, corresponde al Pueblo Saharaui decidir sobre este asunto y que conste, que no ha sido consultado absolutamente para nada, ni tampoco sus responsables.
Es más, el Frente Polisario ha trasladado oficialmente su queja al Gobierno de España por este asunto, pero entramos en una dinámica de “suma y sigue”; por citar algunos ejemplos, la reciente nota de prensa del Ministerio de Interior español, en la que considera Dajla como ciudad marroquí o la firma de los acuerdos de pesca que incluyen el territorio del Sahara Occidental. A estas alturas a los saharauis ya no nos va a sorprender nada y estamos a la espera de la próxima “maniobra”.
Nos considerarán un Pueblo iluso, pero seguiremos con nuestra lucha para reparar esta injusticia y conseguir nuestros objetivos finales de Independencia y Libertad, le pese a quien le pese.
Jira Bulahi Bad
Delegada Saharaui para España
Resulta tremendamente llamativo que una entidad como el Instituto Cervantes se preste para una maniobra puramente política mediante la cual, Marruecos pretende buscar una fórmula para legitimar su ocupación ilegal sobre un territorio, el Sahara Occidental, presente en la agenda de las Naciones Unidas desde los años sesenta, como Territorio pendiente de descolonización.
Es curioso que para explicar las negociaciones que se han llevado a cabo sobre la apertura de una nueva aula del Instituto en la ciudad ocupada de El Aaiun, se alegue que la decisión responde a una política de descentralización por parte del Rey de Marruecos que apoya el desarrollo de las regiones. Le recuerdo, Sr. Galván, que el Sahara Occidental no es parte integrante de Marruecos. Que disparate, un error imperdonable.
Me extraña enormemente que los representantes del Cervantes hayan encontrado fórmulas para abrir el Aula en el Aaiún (Capital del Sahara Occidental, abandonada por España en 1975 y ocupada ilegalmente desde entonces por Marruecos), a petición del Gobierno ocupante de Marruecos, pero no encuentran una fórmula para abrir una en Tinduf. Qué raro.
Existen aulas del Instituto Cervantes en diferentes ciudades de Argelia. Tinduf es también una ciudad argelina por lo que sólamente habría que abordar el asunto con las autoridades de ese país. Es fácil. ¿Dónde está el problema?
Para los campamentos de población refugiada saharaui, es sencillo también, hay que abordarlo con el único y legítimo Representante del Pueblo Saharaui que es el Frente POLISAIRO. ¿Dónde está el problema?
El Pueblo Saharaui lleva 41 años haciendo enormes esfuerzos y sacrificios en plenos campamentos, en medio del desierto, de la nada, para que el castellano siga siendo el segundo idioma del pueblo saharaui, lamentablemente, sin contar con el apoyo directo del Instituto Cervantes. Es sencillamente incomprensible.
¿Por qué el Instituto Cervantes no ha querido o no ha podido ayudar el esfuerzo del Frente POLISARIO por mantener el castellano como segundo idioma oficial del Estado Saharaui?
Tristemente por dos razones y las dos dejan mucho que desear por parte de los responsables del Cervantes a lo largo de estos dolorosos y largos años de lucha y resistencia pacífica del pueblo saharaui. Por un lado, la amenaza del Gobierno marroquí de cerrar los Institutos Cervantes que operaban y operan en Marruecos con toda legitimidad, hay que recordarlo también y, por otro, la pretensión por parte de este país de abrir un Cervantes en el Sahara Occidental ocupado como maniobra de buscar ese reconocimiento a su ocupación del territorio que no ha podido conseguir desde el punto de vista del Derecho Internacional.
Esta es la cuestión de fondo por la que los saharauis no vemos con buenos ojos esta iniciativa que no responde a un deseo sincero y acorde con los objetivos de una Institución como el Instituto Cervantes.
Se confunde peligrosamente el Instituto Cervantes. En lugar de difundir el español que es su verdadero cometido, intenta maquillar la injusticia y tapar las violaciones del Derecho Internacional en un Territorio No Autónomo, como es el Sáhara Occidental, pendiente de descolonización, donde solo y únicamente, corresponde al Pueblo Saharaui decidir sobre este asunto y que conste, que no ha sido consultado absolutamente para nada, ni tampoco sus responsables.
Es más, el Frente Polisario ha trasladado oficialmente su queja al Gobierno de España por este asunto, pero entramos en una dinámica de “suma y sigue”; por citar algunos ejemplos, la reciente nota de prensa del Ministerio de Interior español, en la que considera Dajla como ciudad marroquí o la firma de los acuerdos de pesca que incluyen el territorio del Sahara Occidental. A estas alturas a los saharauis ya no nos va a sorprender nada y estamos a la espera de la próxima “maniobra”.
Nos considerarán un Pueblo iluso, pero seguiremos con nuestra lucha para reparar esta injusticia y conseguir nuestros objetivos finales de Independencia y Libertad, le pese a quien le pese.
Jira Bulahi Bad
Delegada Saharaui para España
