Izquierda Abierta (IzAb) exige al Gobierno del PP que tome medidas legales para transformar RTVE en el ente público, plural e independiente que se corresponde con las necesidades de una sociedad democrática.
La utilización de los servicios informativos en beneficio propio e incluso la programación, especialmente burda y simplista en TVE, demuestran cómo el Gobierno de Rajoy destina dinero de todos los españoles a un ejercicio de propaganda alejado del concepto de servicio público que defendemos desde IzAb.
Nos sumamos así a la petición de 2.225 trabajadores de RTVE que presentaron la semana pasada en el Congreso de los Diputados un escrito en el que solicitan a los grupos parlamentarios que avancen en una reforma consensuada de la radio y la televisión públicas. Consideramos que solo los cambios legales garantizarán que RTVE no sea la Corporación de carácter gubernamental que es hoy, velando por la independencia de sus profesionales y la no interferencia en la programación.
IzAb considera que tanto la radio como la televisión públicas deben tener vocación de servicio público, ser imparciales y plurales en el tratamiento informativo y cumplir con otras funciones como la de contribuir a la difusión de valores constitucionales y democráticos. RTVE debería incluso hacer pedagogía, aportar en la construcción de una ciudadanía con conciencia cívica, crítica y culta. Todo lo contrario que ocurre especialmente con TVE, que compite en zafiedad con otros canales privados cuyo objetivo es el mero entretenimiento.
Pero más preocupante aún es la interferencia y control del Gobierno en la labor informativa. Como denunciaba hace unos días Alejandro Caballero, presidente del Consejo de Informativos de TVE, en el seno de TVE se ha creado una “redacción paralela” y afín al Ejecutivo de Rajoy, depurando al “95% de los cargos editoriales que pertenecían a una redacción premiada internacionalmente y con prestigio social”. Desde IzAb apoyamos la incansable labor de los Consejos de Informativos en su constante denuncia de los intentos de manipulación e injerencia por parte del partido que gobierna. Asimismo, apoyamos la lucha de la representación sindical en la defensa de los derechos laborales del conjunto de trabajadores de RTVE.
La nula voluntad del PP por hacer de RTVE un instrumento de cohesión democrática se demostró cuando llegó al poder en 2011 y echó por tierra a golpe de decreto la reforma del ente público que se había puesto en marcha en 2006, con estupendos resultados en poco tiempo. Frente a los potentes medios públicos europeos, parece que el PP prefiere seguir el modelo estadounidense, donde el ente público es testimonial. Recortes de hasta el 40% demuestran que no tiene intención en convertir RTVE en referencia de nada salvo de mediocridad.
Para que RTVE pueda cumplir con todas las funciones descritas más arriba, también es necesario que se aborde desde una reforma la garantía de su estabilidad y viabilidad financiera.
