Un estudio de la Universidad de Valencia ha llevado a cabo un análisis del tratamiento de información relacionada con el pueblo gitano en la prensa tradicional entre los años 2003 y 2012. El objetivo ha sido comprobar si hay una tendencia a marginar a esta minoría.
Los periódicos seleccionados se han elegido con criterios de representatividad y, de entre ellos, 388 de los artículos pertenecen al El País, 328 al ABC y 254 a La Vanguardia.
SINC.- El trabajo concluye que este tipo de prensa adjudica al pueblo gitano estereotipos próximos a la marginalidad al presentarlo como un grupo culturalmente diferenciado de la mayoría de la sociedad.
También destaca que acceder a nuevas vías de comunicación está ofreciendo a los gitanos la posibilidad de corregir este daño.
Además la investigación plantea que generar su propia imagen implica un avance para el pueblo gitano, dadas sus limitaciones en el acceso a los medios de comunicación y a los recursos tecnológicos.
'Yo no soy trapacero'
El vídeo Yo no soy trapacero, en el que se pueden ver a unos niños buscando la definición de la palabra gitano al diccionario, se hizo viral el 2015 como crítica a la Real Academia de la Lengua Española, que incluía trapacero como una acepción de la palabra gitano.
En este contexto, la investigación plantea que los canales de internet ofrecen a las minorías la posibilidad de comunicar una imagen propia. Este es el caso de YouTube, donde la facilidad para colgar y compartir hizo posible la viralidad del vídeo promovido por el Consejo Estatal del Pueblo Gitano.
Según los autores, “cuando presentan fotografías, titulares, planteamientos periodísticos o estrategias discursivas, lo hacen dentro de un estereotipo étnico que atribuye al pueblo gitano una conducta precivilizada y lejana, conectada con la inmigración”. Además, señalan que en todos los casos, “los gitanos se presentan en un estrato vital y moral alejado de la mayoría de la sociedad”.
La metodología de análisis de textos periodísticos ha consistido en la selección de tres segmentos temporales: 2003-2004, 2007-2008 y 2009-2010, periodos en los cuales el tratamiento informativo del grupo se incrementó. La investigación incluye 970 textos con las palabras gitano, gitana, gitanos o gitanas.
Los investigadores señalan que existe “una reiteración de titulares polémicos, imágenes conflictivas y una tendencia a formar parte de la sección de sucesos, hechos que contribuyen a perpetuar los estereotipos que rodean al grupo”.
En la sección de sucesos
El trabajo también explica que el pueblo gitano como grupo minoritario aparece a la prensa convencional con cierta regularidad, pero el artículo concluye que están representados de forma discriminatoria, puesto que, a pesar de estar presente en espacios grandes, suele hacerlo en espacios fundamentalmente de sucesos. Este hecho, atenta contra los diferentes códigos deontológicos periodísticos.
En cambio, un mensaje horizontal a través de un canal nuevo como YouTube comunica sin intermediario y posibilita a la minoría gitana presentarse desmarcada del relato generado por los medios.
En el vídeo analizado, por ejemplo, se incide en cómo el lenguaje genera un prejuicio, y presenta niños que descubren, impactados, que Real Academia Española de la Lengua les adjudica una definición discriminatoria, que se afanan a desmentir. Un planteamiento que revierte el efecto de la discriminación y que no ha sido posible, de momento, en los medios tradicionales.
Este trabajo forma parte del proyecto de investigación PRODIS-LIMPIO: Procesos de construcción del discurso político en Internet. Convergencia de partidos, medios y ciudadanos, financiado por el MINECO y por fondos FEDER.
Referencia bibliográfica:
Joan M. Oleaque Moreno y Carolina Moreno Castro. "Del estereotipo gitano en la prensa de referencia al 'Yo no soy trapacero' de las redes sociales. Caso de estudio sobre la imagen y la representación mediática de una minoría étnica». Revista Sistema nº 246. Abril 2017. Págs. 81-95.
Los periódicos seleccionados se han elegido con criterios de representatividad y, de entre ellos, 388 de los artículos pertenecen al El País, 328 al ABC y 254 a La Vanguardia.
SINC.- El trabajo concluye que este tipo de prensa adjudica al pueblo gitano estereotipos próximos a la marginalidad al presentarlo como un grupo culturalmente diferenciado de la mayoría de la sociedad.
También destaca que acceder a nuevas vías de comunicación está ofreciendo a los gitanos la posibilidad de corregir este daño.
Además la investigación plantea que generar su propia imagen implica un avance para el pueblo gitano, dadas sus limitaciones en el acceso a los medios de comunicación y a los recursos tecnológicos.
'Yo no soy trapacero'
El vídeo Yo no soy trapacero, en el que se pueden ver a unos niños buscando la definición de la palabra gitano al diccionario, se hizo viral el 2015 como crítica a la Real Academia de la Lengua Española, que incluía trapacero como una acepción de la palabra gitano.
En este contexto, la investigación plantea que los canales de internet ofrecen a las minorías la posibilidad de comunicar una imagen propia. Este es el caso de YouTube, donde la facilidad para colgar y compartir hizo posible la viralidad del vídeo promovido por el Consejo Estatal del Pueblo Gitano.
Según los autores, “cuando presentan fotografías, titulares, planteamientos periodísticos o estrategias discursivas, lo hacen dentro de un estereotipo étnico que atribuye al pueblo gitano una conducta precivilizada y lejana, conectada con la inmigración”. Además, señalan que en todos los casos, “los gitanos se presentan en un estrato vital y moral alejado de la mayoría de la sociedad”.
La metodología de análisis de textos periodísticos ha consistido en la selección de tres segmentos temporales: 2003-2004, 2007-2008 y 2009-2010, periodos en los cuales el tratamiento informativo del grupo se incrementó. La investigación incluye 970 textos con las palabras gitano, gitana, gitanos o gitanas.
Los investigadores señalan que existe “una reiteración de titulares polémicos, imágenes conflictivas y una tendencia a formar parte de la sección de sucesos, hechos que contribuyen a perpetuar los estereotipos que rodean al grupo”.
En la sección de sucesos
El trabajo también explica que el pueblo gitano como grupo minoritario aparece a la prensa convencional con cierta regularidad, pero el artículo concluye que están representados de forma discriminatoria, puesto que, a pesar de estar presente en espacios grandes, suele hacerlo en espacios fundamentalmente de sucesos. Este hecho, atenta contra los diferentes códigos deontológicos periodísticos.
En cambio, un mensaje horizontal a través de un canal nuevo como YouTube comunica sin intermediario y posibilita a la minoría gitana presentarse desmarcada del relato generado por los medios.
En el vídeo analizado, por ejemplo, se incide en cómo el lenguaje genera un prejuicio, y presenta niños que descubren, impactados, que Real Academia Española de la Lengua les adjudica una definición discriminatoria, que se afanan a desmentir. Un planteamiento que revierte el efecto de la discriminación y que no ha sido posible, de momento, en los medios tradicionales.
Este trabajo forma parte del proyecto de investigación PRODIS-LIMPIO: Procesos de construcción del discurso político en Internet. Convergencia de partidos, medios y ciudadanos, financiado por el MINECO y por fondos FEDER.
Referencia bibliográfica:
Joan M. Oleaque Moreno y Carolina Moreno Castro. "Del estereotipo gitano en la prensa de referencia al 'Yo no soy trapacero' de las redes sociales. Caso de estudio sobre la imagen y la representación mediática de una minoría étnica». Revista Sistema nº 246. Abril 2017. Págs. 81-95.