El candidato presidencial Uhuru Kenyatta ha sido el ganador de las elecciones presidenciales celebradas este martes en Kenia. Ante las denuncias de fraude por parte del líder opositor Raila Odinga, se generaron disturbios en varias zonas del país.
Las elecciones de este martes arrojaron como vencedor al candidato Uhuru Kenyatta con un total del 54 por ciento de los votos, mientras que su contrincante, Raila Odinga, logró el 43,3 por ciento de los sufragios.
Después de que la Comisión Electoral divulgara los primeros resultados parciales que dieron la victoria a Kenyatta, Odinga denunció un "fraude de gravedad monumental", alegando que la coalición gobernante pirateó el sistema informático en el recuento de votos.
Ante estas afirmaciones, el ministro del Interior en funciones, Fred Matiang'i, en rueda de prensa llamó a abstenerse "de cualquier actividad que ponga en peligro la vida de los demás o la estabilidad del país".
El presidente de la Comisión Electoral Independiente (IEBC, por su sigla en inglés), Wafula Chebukat aseguró que las denuncias realizadas serán investigadas.
"Si el sistema fue pirateado o no son solo acusaciones. Haremos nuestras investigaciones para verificar esas reclamaciones", dijo.
"Los hackers entraron en nuestra base de datos electoral y crearon errores", declaró Odinga en una conferencia de prensa.
Estas denuncias generaron disturbios en Kibera y en otros suburbios de la capital, en el que se ha desplegado un gran número de agentes de orden público. La carretera de Mombasa, una de las principales vías de Nairobi, ha sido bloqueada por un grupo de personas que han empezado a lanzar piedras, informaron a Efe fuentes diplomáticas.
En Kisumu, en el oeste del país, la policía ha utilizado gases lacrimógenos para dispersar a pequeños grupos de manifestantes.
Recordemos que Kibera fue una de las áreas de Nairobi más afectadas por la violencia postelectoral de 2007, cuando los vecinos se atacaron entre sí con machetes e incendiaron sus viviendas tras otra denuncia de fraude electoral de Odinga.
En este contexto, Kenyatta en su cierre de campaña hizo un llamado a la calma para los venideros días.
Este martes 19.6 millones de kenianos estaban llamados a acudir a 40 mil 883 centros de votación, en las que pusieron a prueba por segunda vez el sistema biométrico que desde el 2013 fue implementado como nuevo mecanismo para los procesos electorales.
En las últimas elecciones en 2013, Kenyatta ganó con el 50,07 por ciento de los votos y evitó la segunda ronda por un escasos ocho mil votos.
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| Reuters |
Las elecciones de este martes arrojaron como vencedor al candidato Uhuru Kenyatta con un total del 54 por ciento de los votos, mientras que su contrincante, Raila Odinga, logró el 43,3 por ciento de los sufragios.
Después de que la Comisión Electoral divulgara los primeros resultados parciales que dieron la victoria a Kenyatta, Odinga denunció un "fraude de gravedad monumental", alegando que la coalición gobernante pirateó el sistema informático en el recuento de votos.
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| Reuters |
Ante estas afirmaciones, el ministro del Interior en funciones, Fred Matiang'i, en rueda de prensa llamó a abstenerse "de cualquier actividad que ponga en peligro la vida de los demás o la estabilidad del país".
El presidente de la Comisión Electoral Independiente (IEBC, por su sigla en inglés), Wafula Chebukat aseguró que las denuncias realizadas serán investigadas.
"Si el sistema fue pirateado o no son solo acusaciones. Haremos nuestras investigaciones para verificar esas reclamaciones", dijo.
"Los hackers entraron en nuestra base de datos electoral y crearon errores", declaró Odinga en una conferencia de prensa.
Estas denuncias generaron disturbios en Kibera y en otros suburbios de la capital, en el que se ha desplegado un gran número de agentes de orden público. La carretera de Mombasa, una de las principales vías de Nairobi, ha sido bloqueada por un grupo de personas que han empezado a lanzar piedras, informaron a Efe fuentes diplomáticas.
En Kisumu, en el oeste del país, la policía ha utilizado gases lacrimógenos para dispersar a pequeños grupos de manifestantes.
Recordemos que Kibera fue una de las áreas de Nairobi más afectadas por la violencia postelectoral de 2007, cuando los vecinos se atacaron entre sí con machetes e incendiaron sus viviendas tras otra denuncia de fraude electoral de Odinga.
En este contexto, Kenyatta en su cierre de campaña hizo un llamado a la calma para los venideros días.
Este martes 19.6 millones de kenianos estaban llamados a acudir a 40 mil 883 centros de votación, en las que pusieron a prueba por segunda vez el sistema biométrico que desde el 2013 fue implementado como nuevo mecanismo para los procesos electorales.
En las últimas elecciones en 2013, Kenyatta ganó con el 50,07 por ciento de los votos y evitó la segunda ronda por un escasos ocho mil votos.
