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Nina Gualinga es galardonada con el premio más prestigioso de WWF

El Premio Presidente Internacional de WWF reconoce y alienta los logros sobresalientes de jóvenes menores de 30 años que están contribuyendo significativamente a la conservación de la naturaleza. La líder indígena del Pueblo Kichwa de Sarayaku Nina Gualinga ha estado involucrada desde los ocho años de edad en la lucha por la justicia climática, los derechos indígenas y de las mujeres, y la defensa de la Amazonía frente a la explotación petrolera.

© Nina Gualinga


Nina Gualinga, una líder indígena del Pueblo Kichwa de Sarayaku, en la Amazonía ecuatoriana, es la ganadora este año del premio más prestigioso que entrega WWF en todo el mundo, el International President's Youth Award.


Desde los ocho años de edad, Nina ha estado involucrada en la lucha por la justicia climática, los derechos indígenas y de las mujeres, y la defensa de la Amazonía frente a la explotación petrolera. Este premio reconoce los incansables esfuerzos de Nina por proteger la naturaleza y las comunidades del Amazonas, en un momento crítico en el que la región se encuentra más amenazada que nunca.

Nina, de 24 años, ha pasado la mayor parte de su infancia y juventud abogando por una mayor y mejor protección de la Amazonía ecuatoriana, la vida silvestre y las personas que dependen de ella para su supervivencia. A los 18 años, representó a los jóvenes de Sarayaku en la audiencia final ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos, en Costa Rica, ganando un caso histórico contra el gobierno de Ecuador por violar los derechos y territorio del Pueblo Sarayaku para la extracción de petróleo. Actualmente, ella continúa representando a la comunidad, haciendo un llamado a favor de los derechos indígenas y una economía libre de combustibles fósiles en diversos foros nacionales e internacionales, como en la Cumbre del Clima de París.


"Crecí rodeada por la naturaleza y por animales, en un lugar donde cultivamos nuestra propia comida, y bebemos el agua directamente de los ríos. Siempre he sentido un enorme respeto hacia los humanos y la naturaleza, hacia la vida. Me enseñaron que todo está conectado. Los humanos, los animales, las plantas, la tierra. Lo llamamos el equilibrio natural, el equilibrio entre los humanos, la naturaleza y los seres espirituales, algo que también podrías llamar un ecosistema. Como pueblo indígena, dependemos de la salud del medio ambiente y de un entorno que está vivo. Lo llamamos El Bosque Vivo. Necesitamos ríos limpios, porque bebemos el agua de ellos, necesitamos un suelo sano, porque cultivamos nuestra propia comida, necesitamos a los animales, las aves y los peces y ellos necesitan el bosque. Nuestra supervivencia como pueblo depende por completo del futuro de la Amazonía. Por eso estoy luchando", dice Nina.

En sus palabras: "Mi inspiración proviene de la tierra misma, de toda la belleza de la vida que se manifiesta de muchas maneras. Mi motivación proviene de la gente a mi alrededor que lucha todos los días por proteger su familia y su hogar, la selva tropical del Amazonas. Agradezco este premio porque para mí no solo honra mi trabajo, sino que honra la labor de todos quienes luchan a mi lado por el bienestar de nuestro planeta y nuestra gente".

© itravelbelize.com
Madison Pearl Edwards, de Belice, es otra de las ganadoras, demostrando cómo los jóvenes alrededor del mundo están dando un paso adelante para ayudar a proteger el planeta. Reconocida con una mención especial durante la entrega de los premios, Madison, de 12 años de edad, ha estado abogando durante los últimos tres años por la protección del arrecife de coral de Belice, el segundo sistema de arrecife más grande del mundo, un sitio Patrimonio de la Humanidad de UNESCO.

A través de su blog y las redes sociales, Madison ha ayudado a movilizar el apoyo público contra la exploración petrolera en alta mar en Belice, lo que dio lugar a la adopción de una moratoria permanente a todas las actividades extractivas en aguas beliceñas, en diciembre de 2017. La medida no solo convirtió a Belice en uno de los únicos tres países en el mundo con dicha legislación, sino que es un paso adelante para lograr sacar al 'Arrecife de barrera de Belice' del listado de sitios Patrimonio de la Humanidad en peligro.

"Me siento orgullosa de que Belice haya dado un paso tan importante hacia adelante y que pudimos ayudar a lograrlo, pero todavía hay mucho que podemos y necesitamos hacer. La destrucción de nuestros recursos naturales debido a intereses egoístas y de corto plazo no está bien. Me gustaría motivar a los niños de todo el mundo a defender nuestro planeta. Nuestros padres y abuelos han disfrutado de un hermoso hogar y nosotros y nuestros hijos merecemos lo mismo. Juntos debemos enviar un mensaje a nuestros líderes, diciéndoles que son responsables por el planeta donde viviremos en el futuro y que deben esforzarse por dejar un planeta del cual podrían sentirse orgullosos de heredarnos", indicó Madison.

"Nina y Madison nos demuestran que no importa dónde estemos o la edad que tengamos, nuestras voces y acciones pueden crear un impacto significativo para el planeta, el hogar que todos compartimos. La construcción de un futuro sostenible para todos comienza hoy adoptando medidas sobre la pérdida de la naturaleza y el cambio climático. Es sorprendente y nos inspira ver a estos jóvenes ciudadanos marcando el camino", expresó Pavan Sukhdev, presidente de WWF Internacional.


El Premio Presidente Internacional de WWF reconoce y alienta los logros sobresalientes de jóvenes menores de 30 años que están contribuyendo significativamente a la conservación de la naturaleza.




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