La violencia infringida por las fuerzas israelíes contra los palestinos se emana de un patrón abusivo y seguido por décadas por el régimen de Tel Aviv, según HRW.
La organización pro derechos humanos Human Rights Watch (HRW) denunció, a través de un comunicado emitido el martes, que los abusos que las fuerzas israelíes perpetran contra los palestinos en la Cisjordania ocupada “se derivan de un patrón de décadas por el que las autoridades israelíes se han valido de una fuerza excesiva y enormemente desproporcionada para sofocar las protestas de los palestinos, a menudo con el resultado de lesiones graves y la pérdida de vidas”.
En la nota se señala que los recientes ataques israelíes en la explanada de la Mezquita Al-Aqsa en Al-Quds (Jerusalén) contra los fieles palestinos se produjeron mientras estos exigian el fin de la expulsión de las familias palestinas del barrio de Sheij Yarrah, en beneficio de los colonos.
En su despropósito, agrega el texto, las fuerzas de ocupación también irrumpieron en la Mezquita Al-Aqsa y dispararon gases lacrimógenos, granadas de aturdimiento y balas de acero recubiertas de goma contra los congregados, justo en el mes sagrado de Ramadán (mes de ayuno para los musulmanes).
El documento deplora el uso por las fuerzas israelíes de “gases lacrimógenos, granadas de aturdimiento y balas de acero recubiertas de goma, incluso en el interior de la Mezquita de Al Aqsa”. Se reportan 1000 heridos en la última semana.
La oenegé pro derechos humanos instó a la comunidad internacional a actuar con contundencia contra las prácticas abusivas del régimen de Tel Aviv contra el pueblo palestino de la Cisjordania ocupada y la asediada Franja de Gaza.
La nota subraya que, si la comunidad global no toma medidas que garanticen la rendición de cuentas por parte de las autoridades israelíes ante las altas instancias judiciales, como la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya (Países Bajos), el círculo vicioso de las atrocidades del régimen de ocupación de los territorios ocupados continuará mientras la impunidad por los graves abusos siga siendo la norma general.
Durante todo el mes de Ramadán, Al-Quds ha sido escenario de masivas protestas de la comunidad palestina en rechazo al acceso de los fieles palestinos a la explanada de la Mezquita Al-Aqsa, así como la prevista expulsión de familias palestinas del barrio de Sheij Yarrah de Al-Quds, quienes serían reemplazados por los colonos israelíes.
En respuesta a la violencia de Israel a la nación palestina tanto en Al-Quds como la Franja de Gaza en las últimas semanas, precisamente desde el inicio de Ramadán, los grupos de Resistencia palestina HAMAS y Yihad Islámica Palestina, entre otros, han lanzado desde la noche del lunes más de 1050 cohetes y misiles contra las posiciones israelíes en los territorios ocupados en el marco de la contundente operación, denominada ‘Espada de Al-Quds’.
Desde Palestina se asegura que la maniobra se desarrolla con el fin de “proteger al pueblo y los lugares sagrados” palestinos y no se cesará hasta que el régimen de Tel Aviv detenga su agresión que ha entrado en una nueva fase, con los bombardeos israelíes en la Franja de Gaza que han dejado unos 109 muertos, entre ellos 28 menores, en lo que se considera la mayor agresión israelí desde la guerra de 2014.
Las autoridades israelíes, por su parte, confirman la muerte de 8 personas a causa de los ataques de represalia de la Resistencia palestina en los territorios ocupados.
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