OPINIÓN de Jorge Majfud
Una vez tuvimos una discusión en clase y una estudiante, con convicción, me preguntó por qué criticaba tanto la situación social si yo no estaba tan mal.
“Cierto”, me ayudó a pensar en voz alta, “cuando miro a mi alrededor veo que yo no estoy tan mal, pero si esa fuese una razón para no ver y reconocer el dolor ajeno, sería un perfecto hijo de puta”.
Todavía estoy de acuerdo con eso de no acomodar las ideas a los intereses personales.