El tren de la Costa Azul serpentea sobre el Mediterráneo francés. Una mítica línea construida entre finales del siglo XIX y principios del XX por mano obrera inmigrante.
Estaba previsto que esta vía fuera cerrada definitivamente en 2023 pero el auge por los medios de transporte más ecológicos ha salvado a esta maravilla de la construcción.
"Varias empresas que construyeron esta línea trajeron a muchos trabajadores de Italia, Portugal, España e incluso del norte de África, sobre todo de las tribus Bereberes", explica Eric Barron, formador de maquinistas.
23 túneles y 18 viaductos: una obra titánica entre roca y mar. Muchos trabajadores perdieron la vida para convertirlo en realidad y ahora, 105 años después, Francia renovó 24 kilómetros de vía y aseguró viaductos y muros. Se han invertido más de 46 millones de euros. Una inversión que merece la pena, aseguran los viajeros.
Es, sin duda, uno de los viajes en tren más bonitos de Francia.
