Aunque los talibanes han intentado mandar mensajes tranquilizadores sobre los derechos de las mujeres, asegurando que podrían volver al trabajo y a la escuela, existen muchas dudas de que esto sea cierto.
Funcionarios talibanes llegaron a asegurar que podrían formar parte del Gobierno.
Cinco mujeres se reunieron frente al Palacio Presidencial tomado por los fundamentalistas para protestar por los derechos de las afganas.
La exviceministra afgana de Asuntos de la Mujer, Hosna Jalil, explica desde Washington que la brutalidad de la represión contra las mujeres será incluso mayor que en el gobierno de 2001. "Mandan mensajes tranquilizadores sobre la concesión de los derechos básicos a las mujeres, o sobre la garantía de los derechos básicos de las mujeres, pero su acción sobre el terreno o sus prácticas sobre el terreno son diferentes. Así que ellas tienen miedo, tienen miedo de volver o de ser encarceladas en sus casas como lo hacían durante el régimen talibán antes de 2001”.
"Comparto el mismo temor al ser alguien que ha pasado su infancia en el régimen talibán, y hemos luchado con ellos durante los últimos 20 años. Yo diría que adoptarán las mismas políticas que practicaban durante la primera ronda del régimen, y puede que sean más brutales de lo que eran. [...] ahora, de repente, no pueden cambiar todos los principios, los mismos valores, los valores por los que han convencido durante años a sus combatientes para que luchen", continúa Jalil.
Mientras tanto, Kabul vive una reconversión hacia la ley islámica que los talibanes impusieron en su anterior Gobierno, las mujeres vuelven a vestir hijabs, también las niñas para ir a la escuela. Y muchos anuncios de maquillaje y costura femenina han sido borrados.
