Segunda noche consecutiva de derrumbes y nuevas coladas en el volcán de Cumbre Vieja de La Palma. Tras haberse venido abajo parcialmente el viernes, el flanco norte del cono principal quedó prácticamente roto este sábado con la constante erupción de una lava que ha tomado nuevos caminos y que ha vuelto a devorar varias edificaciones a su paso por los barrios de El Paraíso, Alcalá o El Frontón.
Según los últimos datos, 1186 edificaciones han sido destruidas dentro de las 500 hectáreas que cubre ya la lava. Entre los datos positivos hay que destacar la mejoría de la calidad del aire gracias a los vientos de las últimas horas, aunque esta sigue aún sin ser la ideal.
Los movimientos sísmicos se siguen produciendo a mucha profundidad, lo que de momento impide que surjan nuevos puntos de erupción lejos del cono principal.
Este, sin embargo, no parece que vaya a apagarse en breve, según temen los expertos, por lo que toca seguir adaptándose al día a día, siempre atentos, autoridades y palmeros, a la evolución de la lava. Este sábado eran los vecinos de La Laguna los encargados de recoger lo más rapido posible sus pertenencias. La pesadilla de La Palma parece aún lejos de acabar.
