OPINI脫N de Teresa Moll谩
Pero salvo honrosas excepciones, ¿D贸nde est谩n los hombres?, ¿D贸nde sus denuncias de estos asesinatos, violaciones etc.?, ¿D贸nde est谩n sus voces de condena contundente ante chistes machistas, im谩genes que denigran o cosifican a las mujeres? No, no est谩n, salvo, insisto, honrosas excepciones.
Y no est谩n, porque significar铆a renunciar a sus privilegios y eso no nos gusta a nadie.
Significar铆a, adem谩s, romper con las complicidades tejidas con otros hombres con los que compartir privilegios y salirse de un sistema que se sostiene gracias a esos privilegios y al sost茅n y protecci贸n que entre ellos se procuran.
Y lo vemos claramente en la aplicaci贸n de leyes sobre delitos cometidos contra la integridad f铆sica o emocional de las mujeres cuando siempre hay alguien que cuestiona las voces femeninas para favorecer las masculinas.
Lo vemos tambi茅n en la difusi贸n de ese mismo tipo de noticias y en c贸mo las mujeres, incluso con las que tienen responsabilidades p煤blicas, en alg煤n momento son calificadas en base a sus atuendos y no a sus buenas o malas praxis. Y eso nunca ocurre con los hombres.
Tambi茅n lo vemos en mas manifestaciones y declaraciones contra el sistema prostitucional en donde las voces de los hombres, pr谩cticamente en su conjunto, desaparecen. No conozco ni a un solo hombre que reconozca haber consumido mujeres y, sin embargo, el Estado Espa帽ol es el mayor consumidor de mujeres de toda Europa y el tercero del mundo. Las complicidades masculinas en este tema en concreto son, al menos para m铆, alarmantes.
La hipocres铆a de la negaci贸n del consumo de mujeres esclavas sexuales de los proxenetas, junto con el disfrute de sus privilegios de uso y disfrute propio sin importar para nada ni el deseo ni el gozo de las mujeres prostituidas, es el m谩ximo exponente de esos privilegios que antes mencionaba.
Y esos privilegios cuentan con demasiadas complicidades, incluso femeninas como para permitir que se acabe el hecho de poder consumir mujeres esclavas al gusto. Esas complicidades est谩n en todas partes. En la pol铆tica, en la econom铆a, en los medios de comunicaci贸n, en los centros de trabajo, insisto, en todas partes, por eso es tan dif铆cil conseguir la abolici贸n del sistema prostitucional.
Un ejemplo, el pasado 28 de mayo se convoc贸 una gran manifestaci贸n por la aprobaci贸n de la ley por la abolici贸n del sistema prostitucional y la televisi贸n p煤blica estatal dedic贸 apenas treinta y siete segundos a informar. Al contrario, ocurri贸 con la final de la Champions League masculina que, literalmente, se “comi贸” pr谩cticamente todo el informativo del mediod铆a.
Otro ejemplo, el exl铆der de Podemos, esa formaci贸n chupiguay que pretende aprobar una ley que nos borre a las mujeres como sujetos pol铆ticos espec铆ficos, borrando incluso la propia palabra “mujer”, si, ese exl铆der reconvertido en tertuliano y comunicador de m谩ximo nivel, se permiti贸 descalificar con una foto previa a la manifestaci贸n feminista, la propia manifestaci贸n feminista. Si, as铆 pretenden que las mujeres les votemos en las pr贸ximas elecciones. Lo tienen muy claro, al menos con mi voto…
Como podemos ver, el mantenimiento de los privilegios masculinos no entiende de clases sociales ni de l贸gicas pol铆ticas. Los defienden siempre y a capa y espada. Sean de donde sean.
Tambi茅n y afortunadamente, las feministas seguimos sumando voces y fuerzas al movimiento que ellos pretenden ningunear, desprestigiar y eliminar si fuera posible. Pero lo tienen bastante crudo, bastante crudo, porque la lucha feminista, al ser universalista y solidaria va mucho m谩s all谩 de los deseos individuales e insolidarios. Esa es nuestra fuerza.
Viva ahora y siempre la fuerza del movimiento feminista. Por que fueron somos, y porque somos ser谩n. Siempre!!!
Ben cordialment,
En demasiadas ocasiones en los medios de comunicaci贸n escucho a los hombres condenar los asesinatos machistas con mucha contundencia. Y me alegro cada vez que los escucho. Suelen ser pol铆ticos cuando asesinan a alguna de sus convecinas o alg煤n que otro presentador de informativos que, cunado da la noticia del asesinato de una mujer o la violaci贸n grupal de mujeres, se le nota la rabia e, incluso en algunos momentos, la deja ir llegando a ser “pol铆ticamente incorrecto” en los calificativos que dedica al agresor o al asesino. No voy a negar que me alegra.
Pero salvo honrosas excepciones, ¿D贸nde est谩n los hombres?, ¿D贸nde sus denuncias de estos asesinatos, violaciones etc.?, ¿D贸nde est谩n sus voces de condena contundente ante chistes machistas, im谩genes que denigran o cosifican a las mujeres? No, no est谩n, salvo, insisto, honrosas excepciones.
Y no est谩n, porque significar铆a renunciar a sus privilegios y eso no nos gusta a nadie.
Significar铆a, adem谩s, romper con las complicidades tejidas con otros hombres con los que compartir privilegios y salirse de un sistema que se sostiene gracias a esos privilegios y al sost茅n y protecci贸n que entre ellos se procuran.
Y lo vemos claramente en la aplicaci贸n de leyes sobre delitos cometidos contra la integridad f铆sica o emocional de las mujeres cuando siempre hay alguien que cuestiona las voces femeninas para favorecer las masculinas.
Lo vemos tambi茅n en la difusi贸n de ese mismo tipo de noticias y en c贸mo las mujeres, incluso con las que tienen responsabilidades p煤blicas, en alg煤n momento son calificadas en base a sus atuendos y no a sus buenas o malas praxis. Y eso nunca ocurre con los hombres.
Tambi茅n lo vemos en mas manifestaciones y declaraciones contra el sistema prostitucional en donde las voces de los hombres, pr谩cticamente en su conjunto, desaparecen. No conozco ni a un solo hombre que reconozca haber consumido mujeres y, sin embargo, el Estado Espa帽ol es el mayor consumidor de mujeres de toda Europa y el tercero del mundo. Las complicidades masculinas en este tema en concreto son, al menos para m铆, alarmantes.
La hipocres铆a de la negaci贸n del consumo de mujeres esclavas sexuales de los proxenetas, junto con el disfrute de sus privilegios de uso y disfrute propio sin importar para nada ni el deseo ni el gozo de las mujeres prostituidas, es el m谩ximo exponente de esos privilegios que antes mencionaba.
Y esos privilegios cuentan con demasiadas complicidades, incluso femeninas como para permitir que se acabe el hecho de poder consumir mujeres esclavas al gusto. Esas complicidades est谩n en todas partes. En la pol铆tica, en la econom铆a, en los medios de comunicaci贸n, en los centros de trabajo, insisto, en todas partes, por eso es tan dif铆cil conseguir la abolici贸n del sistema prostitucional.
Un ejemplo, el pasado 28 de mayo se convoc贸 una gran manifestaci贸n por la aprobaci贸n de la ley por la abolici贸n del sistema prostitucional y la televisi贸n p煤blica estatal dedic贸 apenas treinta y siete segundos a informar. Al contrario, ocurri贸 con la final de la Champions League masculina que, literalmente, se “comi贸” pr谩cticamente todo el informativo del mediod铆a.
Otro ejemplo, el exl铆der de Podemos, esa formaci贸n chupiguay que pretende aprobar una ley que nos borre a las mujeres como sujetos pol铆ticos espec铆ficos, borrando incluso la propia palabra “mujer”, si, ese exl铆der reconvertido en tertuliano y comunicador de m谩ximo nivel, se permiti贸 descalificar con una foto previa a la manifestaci贸n feminista, la propia manifestaci贸n feminista. Si, as铆 pretenden que las mujeres les votemos en las pr贸ximas elecciones. Lo tienen muy claro, al menos con mi voto…
Como podemos ver, el mantenimiento de los privilegios masculinos no entiende de clases sociales ni de l贸gicas pol铆ticas. Los defienden siempre y a capa y espada. Sean de donde sean.
Tambi茅n y afortunadamente, las feministas seguimos sumando voces y fuerzas al movimiento que ellos pretenden ningunear, desprestigiar y eliminar si fuera posible. Pero lo tienen bastante crudo, bastante crudo, porque la lucha feminista, al ser universalista y solidaria va mucho m谩s all谩 de los deseos individuales e insolidarios. Esa es nuestra fuerza.
Viva ahora y siempre la fuerza del movimiento feminista. Por que fueron somos, y porque somos ser谩n. Siempre!!!
Ben cordialment,
