Todos los libros publicados en Rusia, en lengua rusa o traducidos del ruso porque "divulgan el Mal"
Oleksandra Koval, directora del Instituto del Libro de Ucrani
Según Oleksandra Koval, directora del Instituto del Libro de Ucrania y ex presidente del Foro de Editores de ese país, el objetivo de esa orden –impartida por el gobierno de Kiev el 19 de mayo de 2022– es garantizar la destrucción de 100 millones de libros que «divulgan el Mal».
Sólo algunos ejemplares serán conservados en bibliotecas universitarias para servir como objeto de estudio a investigadores sobre «el origen del Mal».
Esta campaña oficial de destrucción de libros iniciada en Ucrania se aplica a todos los clásicos de la literatura rusa, desde Alexander Pushkin hasta León Tolstoi y pasando por las obras de Dostoievski.
En lo que parece ser un intento de ocultar esta campaña oficial de Kiev para la destrucción de libros vinculados de cerca o de lejos a la cultura rusa, el ex ministro de Exteriores de Suecia, Carl Bildt, publicó en Twitter, el 21 de mayo, un texto posteriormente retirado donde acusaba a Rusia de quemar libros ucranianos, una alegación totalmente falsa.
Ante estos hechos se imponen dos importantes observaciones:
– Europa y el mundo no habían asistido a la destrucción masiva de libros desde las quemas de libros organizadas por los nazis durante la Segunda Guerra Mundial.
– La OTAN trata de ocultar esa noticia porque está perfectamente consciente de lo que está pasando.
Red Voltaire
Oleksandra Koval: Los libros son armas, tanto defensivas como ofensivas
No me gustaría buscar ahora a los culpables por qué esto no ha pasado antes. Es obvio que desde el comienzo mismo de la independencia fue necesario prestar atención al aspecto ideológico de la literatura, el llenado de las bibliotecas, etc. Esto no se hizo, probablemente porque alguien estaba interesado en mantener a Ucrania en la esfera de influencia de la ideología rusa y la política de información rusa. Es posible que si Ucrania hubiera comenzado antes a oponerse a estas narrativas imperiales, ideología imperial, producto de información imperial, esta guerra no hubiera ocurrido. Puede parecer ingenuo que alguien piense así. Tal vez alguien piense que es una guerra por el territorio. Pero mi opinión es que la guerra que inició Rusia no comenzó el 24 de febrero, sino mucho antes, cuando en 2007 Putin declaró una responsabilidad especial por todos los territorios y el deseo de regresar a la Unión Soviética, y tal vez esto se remonta a los siglos XVIII-XIX. Pero ahora tenemos que centrarnos en el presente y empezar a eliminar activamente esta literatura de propaganda.
Hay varios enfoques sobre qué literatura eliminar. En primer lugar, estamos hablando de la incautación de libros con contenido antiucraniano. El Comité Estatal de Televisión y Radiodifusión escribió sobre esto en una carta a las bibliotecas. En cuanto al Ministerio de Cultura y Política de la Información, actualmente se está elaborando un reglamento que permitirá la retirada legal de libros de las bibliotecas. En la actualidad, existen ciertos obstáculos burocráticos que impiden que esto suceda, y se deben cumplir todos los requisitos de procedimiento. Para tal efecto se conformó un grupo de trabajo, en el que participaron funcionarios del Ministerio, del Instituto del Libro, de bibliotecas nacionales y de bibliotecas públicas.
«Директор УІК Коваль: Книжки – це зброя, або оборонна, або наступальна», Interfax Ucrania, 23 травня 2022 року.