OPINIÓN de Teodoro Rentería Arróyave
PRIMERA PARTE
Para los que hemos viajado, ya incontables veces, a la República Popular de China de ninguna manera nos extrañan las dos importantísimas y trascendentes decisiones que ha tomado el XX Congreso Nacional Comunista en este domingo de la víspera:
En primer lugar, haber delineado los objetivos generales para 2035. De acuerdo con las políticas de planeación de su economía y desarrollo, sus programas están planeados a 50 años con revisiones cada quinquenio, o cuando sea necesario.
Además, la reelección del presidente Xi Jinping por un tercer periodo de cinco años, para ello este sábado el Congreso por unanimidad, eliminó el límite de dos periodos que se había establecido en la década de los 90.
En primer lugar, en su discurso a la nación, Xi Jinping reafirmó el mantenimiento y el perfeccionamiento de la directriz de “un país con dos sistemas”.
Así lo explicó el mandatario: “La directriz de ‘un país con dos sistemas’ es una gran iniciativa pionera del socialismo con peculiaridades chinas y el mejor ordenamiento institucional para mantener en Hong Kong y Macao una prosperidad y una estabilidad duraderas tras su retorno”, a la gran potencia asiática.
Y de acuerdo con lo establecido recordó que “Se debe sostener la política con firmeza a largo plazo”. China en esa forma acelerará la creación de una nueva configuración de desarrollo y buscará que sea de alta calidad.
“A fin de construir un país socialista moderno en todos los aspectos, debemos, primero y por encima de todo, buscar un desarrollo de alta calidad”, expresó Xi en un informe, precisamente en la sesión inaugural del XX Congreso Nacional del Partido Comunista de China, PCCh.
“Debemos aplicar de forma integral y fielmente la nueva concepción del desarrollo en todos los frentes, continuar con las reformas para desarrollar la economía socialista de mercado, promover una apertura de alto nivel y acelerar los esfuerzos para fomentar una nueva configuración de desarrollo centrado en la economía interna y con una interacción positiva entre los flujos económicos nacionales e internacionales”, agregó Xi.
China ha de combinar la aplicación de la estrategia de ampliación de la demanda interna con la profundización de la reforma estructural por el lado de la oferta, subrayó Xi. Es necesario esforzarse por aumentar la fuerza motriz endógena y la confiabilidad de la gran circulación nacional, y mejorar la calidad y nivel de la circulación internacional.
.
Además, se comprometió a que China dedicará esfuerzos al incremento de la productividad de todos los factores, a la elevación de la resiliencia y nivel de seguridad de las cadenas sectoriales y de suministro, y al impulso de un desarrollo integrado urbano-rural y coordinado interregional, todo con el fin de promover que la economía se vea eficazmente mejorada en el aspecto cualitativo y racionalmente aumentada en el cuantitativo.
También enfatizó los esfuerzos que se realizan para configurar la economía de mercado socialista de alto nivel. “Pondremos plenamente en juego el papel decisivo que juega el mercado en la distribución de los recursos y desplegaremos mejor la función gubernamental”.
No hay duda China “configurará con mayor celeridad un sistema económico moderno. Se modernizará el nuevo tipo de industrialización y acelerará la construcción tanto de un país fuerte en manufactura, en calidad, en astronáutica, en comunicaciones y en internet como de una China digital” CONTINUARÁ.
