LA SEMANA POLÍTICA
NECESIDADES POPULARES SON URGENTES Y NO SON ATENDIDAS
Cada vez la gente come menos carne, no por vegano sino por pobre.
MUCHOS PAYASOS INCLUIDO MILEI
La política está muy desprestigiada. Dirigentes de unos y otros partidos no concitan la atención y mucho menos el respeto de las personas de a pié. Si se escucha radio y hay muchas declaraciones de aquéllos, se cambia el dial. Lo mismo en la tele, se pasa a otro canal. Y en las redes, ídem, puteándolos.
Sólo una minoría sigue atenta todos esos debates. Son los mismos políticos y también sectores críticos politizados que se bancan aquellos programas al sólo efecto de estar informados y poder criticar con fundamento.
Es que toda eso es sarasa de los políticos, con discursos tradicionales o “novedosos” por derecha, caso de Javier Milei y su revoleada de media y de mierda contra “la casta” de políticos (de la que él forma parte). Se trenzan con chicanas que no tienen que ver con las preocupaciones básicas de la gente.
El presidente y sus ministros quieren hacer creer que todo viene bien en su gobierno. Aparecen inaugurando un corto tramo de una ruta en Cañuelas y lo presentan casi como una ruta nacional terminada. También cortan cintas en un hospital en Neuquén y lo propagandizan como si toda la Patagonia estuviera muy bien en salud, justo cuando en Villa Mascardi (Río Negro) la represión de fuerzas nacionales y provinciales caía sobre pueblos originarios.
El ministro de Economía, Sergio Massa, festejó el supuesto logro del “dólar soja” porque los sojeros y agroexportadores liquidaron 13 millones de toneladas de soja y el Banco Central captó 8.100 millones de dólares. Lo que no dice es que a 44.000 productores y exportadores se regalaron 406.150 millones de pesos. Y también oculta que el Tesoro tuvo que emitir un billón de pesos para comprar aquellos dólares y por eso el Banco Central emitió Leliq y pases pasivos para que los bancos inmovilicen esos miles de millones de pesos. Esto último le cuesta al Estado 577.000 millones de pesos mensuales, que se paga a los bancos por esa esterilización.
Apenas una mínima parte de los beneficios del “dólar soja” irían a un paliativo de Anses de 40.000 pesos en dos cuotas para un millón de indigentes. Cualquier mención a que eso sea un Ingreso Básico Universal ofende el sentido común. El IBU fue propuesto para 7,4 millones de personas y este par de bonos sólo para 1 millón; aquél era estable, éste sólo para noviembre y diciembre próximos.
La realidad pulveriza los pomposos discursos del gobierno. Las propuestas de la oposición de derecha son aún peores, como los vómitos de Patricia Bullrich de que mandará el Ejército contra los mapuches o las amenazas de Mauricio Macri de arrasar las conquistas laborales muy malheridas después de su huracán neoliberal 2015-2019.
El desprestigio del gobierno es muy grande y el del macrismo también, aunque hoy es menor que el de aquél. Lo doloroso es que los fascistas como Milei aparecen como algo “nuevo” siendo la continuidad de lo peor de la ultraderecha argentina y regional. Fue asesor del genocida Bussi, propone vender y comprar órganos, traficar niños, arrasar con las reivindicaciones obreras, dolarizar y demoler el Banco Central, tiene de segunda a Victoria Villarruel, una negacionista y defensora de genocidas; está aliado al nazi Jair Bolsonaro, considera “zurdo de mierda” al derechista Horacio Rodríguez Larreta, etc. ¿Cómo puede un joven con dos dedos de frente creer que Milei es lo nuevo y digno de ser votado? No es “libertario”. Es fascista.
“YO HAGO MATE COCIDO, ELLA HACE MATE COCIDO”
La idea de romper con el Fondo brilla por su ausencia entre los partidos patronales. Solo las organizaciones y personalidades de la Autoconvocatoria por la Auditoría y Suspensión de pagos de la deuda externa, el PL, Segunda Independencia, OLP RyL, FITU y otras fuerzas se atreven a ese planteo nacional y soberano, sin el cual no se pueden atender las reivindicaciones populares.
El gobierno está muy satisfecho por las reuniones de Alberto Fernández y Sergio Massa con el FMI. La última fue del ministro de Economía con los directivos del Fondo y el Banco Mundial en la Asamblea Anual en Washington. En el encuentro de septiembre el staff le había asegurado que se aprobaría la revisión del segundo trimestre de las cuentas argentinas. Y finalmente el buró le dio el ok final, aunque haciendo advertencias al gobierno que deberá controlar más la inflación, reducir el gasto público y las subvenciones de tarifas, achicar el déficit fiscal con la meta del 1,9 por ciento en 2023, etc.
Horacio Verbitsky en “El Cohete a la luna” comentó que ese documento del FMI sobre el caso argentino consta de 109 páginas en inglés. Según el periodista el acuerdo supondrá este año el pago de 2.760 millones de dólares entre intereses y sobretasas por la renegociación de la deuda macrista.
En realidad los pagos serán mucho mayores. Massa cuenta como “ingresos” los desembolsos que hace Kristalina Georgieva, por ejemplo este último de 3.800 millones de dólares. Pero no dice que esa misma plata, más los recién mencionados intereses y sobretasas, vuelven a Washington. Por eso en 2023 el giro hacia el Norte por intereses de la deuda externa será de 13.000 millones de dólares (Horacio Rovelli, 25/9).
Y ese dinero que va allá para pagar una deuda ilegal no está acá, donde se lo necesita porque hay 4 millones de indigentes y 13 millones de pobres. Esa gente no se alimenta bien en un país productor de alimentos.
La China Zorrilla en “Esperando la carroza”, decía: “yo hago ravioles, ella hace ravioles; yo hago puchero y ella hace puchero”. Hace dos años ese personaje, ya fallecido, habría dicho “yo hago arroz, ella hace arroz; yo hago alitas, ella hace alitas”. Con este brutal ajuste y encarecimiento de los alimentos, hoy ella diría: “yo hago menudos, ella hace menudos; yo hago mate cocido ella hace mate cocido”.
La canasta básica total para una familia tipo, en agosto último, según dato oficial del INDEC, era de 119.757 pesos. Por debajo de eso, se es pobre.
Massa y el secretario de Comercio Interior, Matías Tombolini, insisten en negociar con monopolios el programa de Precios (des) Cuidados y en paralelo otro programa engaña pichanga llamado Precios (In) Justos, que tendría una duración de 90 días de precios sin subas. El otro, (des) Cuidados, autoriza aumentos del orden del 4 por ciento mensual para los próximos meses. Por supuesto ni uno ni otro es respetado por el gran empresariado que se dio cita en el Coloquio de IDEA: se tiran la pelota unos a otros y ninguno cumple.
El presidente AF recibió al titular de la COPAL y la UIA, Daniel Funes de Rioja y le preguntó por qué suben tanto los precios, pidiéndole moderación. Es el mismo tonto que en marzo pasado anunció el inicio de una “guerra contra la inflación”. Nunca la empezó. Se rindió de antemano. Y las víctimas fueron los argentinos, en especial los mencionados millones de indigentes y pobres. COPAL y la UIA siguen de fiesta. Y el gobierno, en un cumpleaños.
NI EL MAL MENOR NI EL MAL MAYOR
Dos cosas están claras. Una, que el país atraviesa una dura crisis que la vienen pagando los de abajo y los del medio, en ese orden de sufrimiento. La otra, que el gobierno actual es un desastre; no tiene arreglo, porque ni Fernández, ni Cristina ni Massa dan pie con bola. De los tres, el que tiene cierta estabilidad es Massa, gracias a la Embassy y el FMI, más el apoyo de los sojeros, parte del establishment y la burocracia de la CGT.
Si hacía falta alguna prueba de la profunda crisis, la dio el 17 de octubre. Hubo tres conmemoraciones diferentes del “Día de la Lealtad” y ninguno de los referentes participó. Al día siguiente se conoció que el Jefe de Gabinete dejaría su cargo, sumándose a los ministros que se fugan.
No todos los compatriotas que se sienten defraudados han dado un portazo decididos a buscar una nueva opción popular. Soberanos, Unidad Popular, Patria Grande y otras organizaciones aún se sienten contenidas dentro del Frente de Todos y apuestan a lograr cambios allí. Una utopía reformista destinada al fracaso, que retarda poner los cimientos de algo nuevo, junto con los antiimperialistas que nunca fuimos parte de ese frente patronal.
Las encuestas electorales quieren poner ese tema como central del momento, cuando todavía es algo lejano. Esos sondeos arrojan primacía de la oposición derechosa de Juntos por el Cambio. Eso indicaría que los argentinos estarían dispuestos a chocar otra vez con la misma piedra, el macrismo, con cualquiera de sus presidenciales, sea ese ingeniero corrupto o la Pato fascista o Rodríguez Larreta, el de los negociados en CABA.
Hay que redoblar y mejorar las denuncias contra el macrismo en sus diversas variantes. Se puede partir de las barbaridades que hizo en su gobierno anterior, pero de ninguna manera quedarse en eso. Hay que llegar al público con ejemplos actuales. Por ejemplo, que van a quitar conquistas laborales, jubilatorias y sociales, privatizar toda YPF, Aerolíneas, etc, además de reprimir y violar los DD HH.
También hay que detenerse en desenmascarar al Hitler con pelo de John Lennon y alaridos nazis. Sus recetas antiobreras y antinacionales son un atentado mortal a la democracia. Milei es un aliado de Macri, puede ir junto con éste en una alianza electoral. Juntos o por separado, hay que golpearlos fuerte porque hay gente engañada por su discurso “anti casta política”, siendo en realidad nazi y bolsonarista.
Decía el marxista italiano Antonio Gramsci: “El viejo mundo se muere. El nuevo tarda en aparecer. Y en ese claroscuro surgen los monstruos”. Por eso urge forjar un Frente Antiimperialista para cortar esas cabezas de los monstruos que han traído tanto hambre al pueblo y convertido el país en una factoría exportadora semicolonial, en cogobierno con el FMI.
