Por Teodoro Rentería Arróyave
PRIMERA PARTE
“Acabo de comentarle a un amigo, que sospecho del verdadero propósito del libro, ‘El Rey del Cash’, porque ahora lo he recibido gratis unas diez veces y, así, el autor y el editor no ganan por ventas. ¿Quién les paga?” apunta certero el colega José Antonio Aspiros Villagómez.
Es de anotarse que este reportero lo ha recibido, por diferentes vías, 42 veces, familiares, más amigos y colegas me reportan que les ha llegado cuando menos entre cuatro, 10 y 15 veces.
La pregunta fue obligada, ¿ya lo leiste? La respuesta se multiplicó, no, no me interesó cuando está implícito por su difusión cibernética el interés político de pegarle al presidente, Andrés Manuel López Obrador
El tema pudiera tener muchas ventas por su contenido, sin embargo, por las sospechas de su contenido ha resultado un verdadero fracaso, en efecto, no visualizamos un aumento en la comentacracia en contra de López Obrador, siguen siendo los mismos de siempre, enemigos del régimen de la Cuarta Transformación.
Es un libro “pirata”, afirma Aspiros Villagómez, y agrega: “está descuadrada la caja, no cortan palabras al final del renglón, pero sí cortan a la mitad algunas líneas, dejan páginas en blanco y hay líneas huérfanas y viudas. Quienes sepan de términos editoriales sabrán de qué hablo. Es una edición nada profesional y por ello sospechosa”.
En cuanto al contenido, no da sus fuentes, sólo el testimonio de la autora, los dichos de César (su expareja) y una columna de Raymundo Riva Palacio, y ahí fracasa la edición.
En temas políticos, agrega, soy muy escéptico, todos los políticos son iguales y hasta diría que en todo el mundo. Cada uno dice “su verdad” y se presenta como un santo o una víctima si no le sale bien su jugarreta.
Esa convicción me ha llevado a tomar distancia de la política, por ello insiste en que la fuente es ella misma, la autora. Esos libros oportunistas contra los expresidentes y demás próceres de la patria, siempre me han parecido fuegos fatuos. Aquí guardo algunos, también digitales, que jamás abriré.
¡Qué triste! que la autora del libro de marras, Elena Chávez González haya prestado su nombre para ese bodrio que, hasta los enemigos de López Obrador, desechan leerlo. Nosotros estamos al margen de la cargada maligna que fracasó DEL LIBRO PIRATA O MERCENARIO Y LA CARGADA MALIGNA, no valen nada.
