LA SEMANA POLÍTICA
POR LAS MANIOBRAS DE LOS MONOPOLIOS Y EL AJUSTE DEL FDT
Hasta ahora los trabajadores estatales eran la avanzada de los conflictos laborales, quedando los obreros fabriles en un segundo lugar. De todos modos ni unos ni otros eran la locomotora de los reclamos populares. Ese rol lo juegan hace años los movimientos sociales, especialmente los nucleados en la Unidad Piquetera (no el oficialista Movimiento Evita ni el sector de Juan Grabois, que bascula entre apoyar al gobierno o criticarlo según avance o no la propuesta del Ingreso Básico Universal, descartada por su jefa política).
Y en eso apareció el conflicto del neumático, impulsado por el gremio del SUTNA. Hace cinco meses reclamaban a las patronales por cuestiones salariales pendientes de la paritaria entre junio de 2021 y julio de 2022. Las patronales no querían reabrir esa discusión, pues sería un pasado pisado. Para ese lapso dieron un 50 por ciento de aumento salarial en cuatro cuotas, y ahora, por la lucha, agregaron un 16 por ciento más, con lo que se equipararía a la inflación de ese lapso. Los obreros pidieron más e insistieron que las horas extras de ese período se paguen al 200 por ciento, en vez del 100. Es que hay regímenes de trabajo sin el descanso necesario y rotaciones permanentes, que los enferman.
El diferendo se profundizó respecto a la paritaria entre junio 2022 y julio 2023. El terceto empresario ofreció 38 por ciento en tres cuotas (15 en julio, 12 en octubre y 11 en diciembre). Se estima que la inflación del año en curso andará en 95 por ciento. ¿Cómo aceptar el primer 15 por ciento entre julio, agosto y septiembre, si sólo en los dos primeros de esos meses los precios aumentaron 15 por ciento?
De ahí el rechazo de los trabajadores. Como no les llevaron el apunte y la paciencia tiene un límite, comenzaron con asambleas, huelgas, marchas y bloqueos en puertas de fábricas, sin perjuicio de sentarse a negociar y concurrir a las 38 reuniones convocadas por el ministerio de Trabajo. Como la lucha se mantuvo, en la número 39, tras varias horas en el ministerio de Trabajo, se logró un acuerdo en la madrugada del 30/9.
Lo informado por Alejandro Crespo y sus compañeros del SUTNA dieron cuenta de una victoria obrera. Por un lado aseguraron el 66 por ciento para el período 2021-2022, o sea un 16 por ciento más de lo concedido por los patrones. Respecto a 2022-2023, obtuvieron un aumento del 63 por ciento en cuotas, entre julio y diciembre de este año. Además tendrán una suma fija de 100.000 pesos a percibir la próxima quincena. En febrero de 2023 tendrán otro 10 por ciento de aumento y la revisión mensual para que si la inflación supera los aumentos salariales haya actualización en los haberes, más el 10 por ciento recién mencionado. A junio de 2023 los trabajadores del neumático le habrán ganado a la inflación, un mal terrible que hace estragos en la mayoría del pueblo trabajador. Además tendrán otro bono de 34.860 pesos.
Una asamblea obrera en el camping de SUTNA de hoy 30/09 ratificó este acuerdo, que puede valorarse como una gran victoria de los trabajadores.
DEMONIZACIÓN A LOS QUE LUCHAN
Para tratar de quebrar esa histórica huelga obrera, los monopolios, la derecha macrista, los medios concentrados y el gobierno del FDT, cada uno con sus matices, mintieron a cuatro manos. Dijeron que esos obreros ganaban 400.000 pesos mensuales. Falso porque mostraron sus recibos de sueldo.
Los han calumniado de extorsionadores y minorías que ponen en riesgo 150.000 empleos, que sus medidas de lucha son ideológicas y partidistas. En esto se dieron la mano Javier Madanes Quintanilla, de FATE; Patricia Bullrich del PRO, Clarín, Héctor Daher y Carlos Acuña de la CGT, el ex secretario K del SUTNA Pedro Vasiejko y el súper ministro Sergio Massa, entre otros.
Una parva de mentiras. Ganan 120.000 pesos al mes y un neumático de auto cuesta 68.000 pesos, y fabrican muchos por día. Las ganancias de las patronales son extraordinarias, como lo documentaron Cristian Carrillo en El Destape y el Instituto de Pensamiento y Políticas Públicas, de Claudio Lozano. En 2021 la facturación de Pirelli y FATE creció 82 por ciento, muy por encima de los precios mayoristas.
La patronal antiobrera y antinacional es coherente con su condición de monopolios: dos son extranjeros (Bridgestone, de Japón; y Pirelli, de Italia) y uno “nacional” (FATE-Aluar). Los monopolios son el cáncer de este capitalismo dependiente. Habrá que extirparlos para vivir en un país mejor.
Fue penoso ver a los burócratas traidores de la CGT y otros gremios sumarse al coro antiobrero y a la acusación de que el SUTNA es “trotskista”. Al margen de la pertenencia o no de Crespo al Partido Obrero, que es su derecho, eso no debía dar lugar a ese maccartismo y anticomunismo tan virulento de la cúpula cegetista, con la excepción de Pablo Moyano. La línea divisoria era con o contra los trabajadores de SUTNA.
LOS NÚMEROS DE MASSA
El comportamiento parcial del ministro de Trabajo, Claudio Moroni, fue lastimoso. Y peor aún al demandar penalmente al SUTNA porque sus delegados paritarios permanecieron dos días dentro de las oficinas del ministerio, luego que esa cartera quiso cerrar la paritaria 2021-2022 sin acuerdo del sindicato.
Mucho peor que Moroni es Massa, quien se reunió con las patronales del neumático, las automotrices multinacionales de Adefa y otras ramas industriales, así como con las burocracias de la UOM y el SMATA, para analizar el conflicto. El SUTNA no fue invitado, pese a ser la parte laboral involucrada.
Fue muy grave que el ministro de Economía apoyara el lock out patronal, luego que Ford y Toyota cerraran plantas pretextando la falta de neumáticos. Había merma, pero tenían stock e igual cerraron. Y el ministro las avaló, echándole la culpa a las medidas de fuerza de los trabajadores (SMATA y la UOM no paran ni ebrios ni dormidos, por el freno de Ricardo Pignanelli y Abel Furlán).
En esos días Massa anunció dos medidas favorables a los monopolios y perjudiciales a los obreros en huelga y los argentinos en general.
Puso a disposición de las empresas los neumáticos e insumos demorados en Aduana, para que tomaran lo que les sirviera, ¡aunque no fueran suyos sino pagados por otros importadores!
El “Embassy man” amenazó con abrir la importación de neumáticos. Esto supondrá que el Central deberá venderles dólares al precio oficial de 140 pesos para que importen neumáticos y reemplacen trabajo argentino, y luego exporten autos por los que percibirán un dólar de 300 pesos. Además de esa diferencia tendrán un plus porque Massa puso en marcha en la planta de Toyota el decreto por el cual las automotrices no pagarán retenciones por las exportaciones de 2022 que superen las del año anterior.
Esas facilidades de dólar oficial para importar neumáticos se sumarían a las entregas de dólares anteriores a esas patronales para importaciones, con las que se estoquearon. Ahora les repetirían el obsequio…
El súper ministro estuvo en Diputados presentando el Presupuesto Nacional 2023 ante la Comisión de Presupuesto, los jefes de bancadas y otros diputados. El suyo es peor que los proyectos que llevó su antecesor Martín Guzmán; el de 2022 no fue aprobado por encontronazos con la oposición. Pruebas del ajuste massista:
-El PBI que antes se propuso crecer al 4 por ciento, se bajó a la mitad.
-El déficit fiscal, que impuesto por el FMI tuvo por meta este año el 2,5 por ciento, será del 1,9.
-La inflación, que Guzmán saraseó en 38 por ciento, Massa la saraseó en 60.
-Partidas salariales y jubilatorias, transferencias a las provincias, fondos a las universidades y otros gastos tendrán aumentos por debajo del 60 por ciento de inflación proyectada. El ajuste será mayor porque la inflación real andará en el 80 o 90 por ciento.
Poniendo cara de cemento, Massa dijo que lo suyo “no es un ajuste, es orden y es importante que tengamos orden en funcionamiento presupuestario”.
EL PAÍS SE ESTÁ INCENDIANDO
Una de las pocas cosas ciertas que dijo el ministro fue que el Presupuesto tiene metas “prudentes y realistas porque se propone cumplir los objetivos que se ha planteado el Parlamento cuando Argentina decidió renegociar el acuerdo con el FMI”.
Así ratificó la vigencia del acuerdo de cogobierno con la entidad dominada por Estados Unidos, vía el Departamento del Tesoro, y dirigida por Kristalina Georgieva. Por eso Massa y su comitiva tuvo tantas reuniones en aquel país con esos directivos y organismos, lobbistas, CEOs de petroleras y funcionarios del Departamento de Estado.
Es muy posible que este Presupuesto de ajuste y dependencia tenga un apoyo parlamentario del macrismo, a diferencia del proyecto del año pasado. Lo van a votar en general, con observaciones puntuales, la bancada de Juntos por el Cambio, o sea el PRO, la UCR en sus dos bloques y la Coalición Cívica, además de otros diputados de derecha y centro derecha.
Massa, Cecilia Moreau y Germán Martínez, jefe del bloque de diputados del FDT, todos Georgievanos, quieren aprobar el Presupuesto el 24 de octubre y que en noviembre haga lo propio el Senado. Si la derecha macrista levanta su mano a favor, será otra prueba de que es lesivo al país.
Este proyecto fondomonetarista confirma que hoy la figura más activa e influyente del gobierno es Massa, por encima de sus socios Fernández y Cristina. Es otro sapo de grandes dimensiones que deben tragar los amigos cristinistas, aunque algunos ya lo vomitaron, como Mempo Giardinelli, quien declaró “hasta acá llegué, no soy más del FDT”. Ojalá hubiera muchos más como él, dignos.
No se trata de un conflicto aislado, el del SUTNA. Son muchos, porque están los paros docentes, de ATE, Bancarios, Universitarios, Satsaid, etc. Y el fenómeno piquetero sigue en altísimo nivel, con acampes frente a Desarrollo Social en Nación y las provincias. Con cortes de calles y rutas demandan crear un millón de puestos de trabajo con el proyecto presentado hace un año para construir viviendas. Además exigen más planes Potenciar y alimentos para los comedores y merenderos, becas, etc.
Ese pliego está potenciado por el aumento de la pobreza y la indigencia, aunque la medición del INDEC dijera que la primera bajó dos puntos en el primer semestre del año y que sí aumentó la indigencia. Más allá de esa estadística, la realidad es que hay 16,8 millones de pobres y dentro de éstos, 4 millones de indigentes.
Eso explica no sólo la huelga del neumático sino todo un cuadro social, por caso las 25 escuelas ocupadas por los alumnos en CABA, las tomas mapuches en la Patagonia, las protestas por las demoras inauditas en tratar la ley de Humedales, etc.
En 2021 hubo 740 conflictos laborales y huelgas. En los primeros cinco meses del 2022 hubo 3.850 piquetes. Ambas tendencias van en aumento por una razón simple: para ellos, los nadies, no hay nada. En cambio a los sojeros les dieron en septiembre 411.000 millones de pesos mediante el dólar soja a 200 pesos, equivalente a quitarles las retenciones. Y el Presupuesto 2023 destina 13.000 millones de dólares al pago de la deuda externa fraudulenta.
Ese es el rostro amable del gobierno para los monopolios y acreedores externos, mientras les muestra los colmillos a los trabajadores y los humildes.
Para el gobierno de las tres patas (AF, CFK y el tipo de la Embassy) no sólo hay riesgo de perder las elecciones en 2023. También pueden terminar huyendo como De la Rúa. Antes la consigna era “Piquetes y cacerolas, la lucha es una sola”. Ahora podría ser “Piquetes y obreros, lucha un pueblo entero”.
