Ir al contenido principal

Davos representa lo más perverso de nuestro sistema económico ¡es hora de cambiarlo!

OPINIÓN de Agnes Jezler*
 

GP0STUGYD_Web_size_with_credit_line-1200

Muchos dicen que el sistema económico está quebrado, pero la realidad es que está funcionando muy bien para la élite de Davos, que lo ha diseñado tal y como es. Aunque la mayoría de las personas están luchando contra una crisis que incrementa su coste de vida, parece que la élite que asiste al Foro Económico Mundial vive en una realidad paralela. Las clases populares de toda Europa hacen cola en los bancos de alimentos y pasan apuros e incluso deben elegir entre comer o calentar sus hogares.

El impacto del incremento del coste de vida

El último informe de Credit Suisse sobre la riqueza global mostró que la cantidad de personas con activos de más de 50 millones de dólares había aumentado en 2021. Un incremento en 46.000 personas más en la categoría denominada “patrimonio neto ultra alto”, lo que implica un récord total de 218.200 personas a nivel mundial. El incremento de los precios de la vivienda y el auge de los mercados bursátiles impulsaron las ganancias en más del 50% respecto a los últimos dos años. 

Los más pudientes y poderosos del mundo han construido su riqueza provocando los mayores problemas que enfrentamos hoy. No solo la crisis del incremento del coste de vida, sino también la crisis de desigualdad, la crisis energética, la crisis climática y la crisis de salud. Lo que une a todas ellas es un sistema económico basado en la desigualdad y la extracción. Esto no es un accidente, sino una estrategia, y a los más codiciosos no les interesa cambiar el statu quo, pues se benefician de él.

Pequeñas correcciones no supondrán un cambio significativo. No necesitamos más retórica imprudente y vacía. Han pasado 50 años desde el lanzamiento de los Límites del Crecimiento, que explican cómo es poco probable que los recursos de la Tierra puedan soportar las tasas actuales de crecimiento económico mucho más allá del año 2100. Hoy el sistema actual está desbordando los límites ecológicos a un ritmo mayor que hace 50 años. La emergencia climática y la de la naturaleza se agravan en un contexto de desigualdad sistémica. Sin embargo, el Foro Económico Mundial y todo lo que representa continua.

Elementos para la esperanza

A pesar de la realidad difícil que enfrentamos, sabemos que existen soluciones sistémicas a los problemas. Podemos tener modelos económicos y políticos que trabajen para las personas y el planeta, en lugar de explotarlos.

Como primer paso para cambiar el sistema y corregir los errores, debemos escuchar voces legitimadas para discutir el futuro que necesitamos e incluir aquellas que son más vulnerables y, a menudo, más saben sobre la naturaleza y el cambio climático. Entre otras están los pueblos indígenas, las personas racializadas y otras comunidades excluidas. 

Un segundo paso sería apoyar el llamamiento de la Fight Inequality Alliance de establecer un impuesto a los ricos. Gravar a los ricos es una idea que va ganando terreno, incluso entre las personas a las que afecta esta medida. Morris Pearl, el exdirector gerente de BlackRock, la firma de inversión más grande del mundo, comentó: “No se puede defender un sistema que infla sin cesar la riqueza de las personas más ricas del mundo mientras condena a miles de millones a una pobreza fácilmente prevenible. Necesitamos un cambio profundo y sistémico, y eso comienza gravando a las personas ricas como yo”.

Pearl señala que el cambio es posible, incluso entre las élites del sistema. Preside un grupo de cientos de estadounidenses de alto poder adquisitivo que apoyan la demanda de la Fight Inequality Alliance de gravar a los ricos. El grupo promueve soluciones de políticas públicas que fomentan la igualdad, un salario más justo para los trabajadores y promueven que los millonarios y las corporaciones paguen su parte justa de impuestos.De este lado del Atlántico, existe la iniciativa taxmenow de personas ricas que trabajan activamente por la justicia fiscal en Alemania, Austria y Suiza. Se centran en generar modificaciones en el sistema tributario, lo que ayudaría a generar un cambio estructural para el sistema económico en su conjunto.

Un cambio real es posible

Con base en cifras de 2022, un impuesto anual sobre el patrimonio aplicado a los más ricos del mundo recaudaría 2,52 billones de dólares al año, con una estructura de tasas escalonadas: 2% de impuesto a patrimonios superiores a 5 millones; 3% a patrimonios de más de 50 millones y 5% en los de más de 1.000 millones. Con esta “calderilla” se podría sacar de la pobreza a 2.300 millones de personas y brindar atención médica y protección social universal a los 3.600 millones de ciudadanos de países de ingresos bajos y medios bajos.

Gravar de forma justa a los ricos sería un cambio de juego sistémico. Sería un movimiento transformador para ayudar a garantizar que los más privilegiados vivan dentro de los límites planetarios que deben respetarse para que la Tierra siga siendo habitable, y acabar con prácticas “climaticidas”: como volar un jet privado a una conferencia climática, a Davos o realizar un vuelo de 17 minutos.

Las personas de todo el mundo exigen a las élites que se reúnen en el FEM que dejen de invertir en la destrucción del clima y la naturaleza, y paguen su parte justa en impuestos. 

¡Es hora de cambiar el sistema económico!

*Agnes Jezler, activista de Greenpeace Suiza. 





">


ARCHIVOS

Mostrar más


OTRA INFORMACIÓN ES POSIBLE

Información internacional, derechos humanos, cultura, minorías, mujer, infancia, ecología, ciencia y comunicación

El Mercurio Digital (elmercuriodigital.es) se edita bajo licencia de Creative Commons
©Desde 2002 en internet
Otra información es posible




AI FREE: DIARIO LIBRE DE INTELIGENCIA ARTIFICIAL