Gemma Bastida y Laura Zornoza. Málaga (España) (EuroEFE).- La socialdemocracia europea unió fuerzas este sábado para buscar la remontada en las elecciones al Parlamento Europeo de junio de 2024, que enfrentan con unas encuestas que les sitúan segundos en esos comicios y tras la reciente dimisión del primer ministro portugués, António Costa, y la expulsión de sus socios eslovacos por pactar con la ultraderecha.
El congreso del Partido Socialista Europeo (PES), celebrado este viernes y sábado en Málaga, da el pistoletazo de salida para las elecciones a la Eurocámara del próximo 6 al 9 de junio, a las que muchos líderes socialdemócratas se han referido como un momento clave para Europa ante el ascenso de la extrema derecha en muchos Estados miembros, que podría reflejarse también en el hemiciclo comunitario.
Las encuestas predicen la victoria del Partido Popular Europeo y una potencial nueva alianza escorada a la derecha que sería inédita en el Parlamento Europeo, donde tradicionalmente cooperan un arco de partidos que abarca desde populares hasta los verdes, pasando por socialdemócratas y liberales.
Una coalición que, no obstante, ha sufrido grietas en los últimos meses.
Líderes, ministros, comisarios y delegados de toda la socialdemocracia europea recibieron con una ovación el mensaje del presidente del Gobierno español en funciones, Pedro Sánchez, convencido de que igual que en España se puso freno a «la ola reaccionaria» en las elecciones del pasado 23 de julio, también se hará en siete meses en las europeas.
«Está en juego el futuro de la Unión Europea», señaló Sánchez, que advirtió también de que Europa decidirá en esos comicios ser «faro o trinchera».
Europa en juego
«Está en juego qué queremos que sea Europa, una Europa comprometida o no con la lucha contra el cambio climático, (…) que defienda las conquistas de las mujeres o una Europa que valide intolerables recortes en derechos y en libertades sexuales y reproductivas, una Europa que proteja a los trabajadores y trabajadoras (…) o una Europa servil ante los poderosos y arrogante con la gente», incidió Sánchez.
Ese mensaje lo reforzó el presidente del PES, Stefan Löfven, que arengó a sus compañeros con el himno de la resistencia antifascista ‘Bella Ciao’ para clausurar la jornada.
«Lo que el PSOE y Pedro Sánchez lograron este verano muestra que las ideas socialdemócratas son aún relevantes para millones de personas (…) y han vuelto a sembrar las semillas de la esperanza ante la ultraderecha», subrayó Löfven.
Los discursos recordaron al portugués António Costa, quien dimitió esta semana, y desearon éxitos al líder de la coalición entre socialdemócratas y verdes en Países Bajos, el excomisario europeo Frans Timmermans, para sus elecciones del 22 de noviembre.
El principal texto salido de los contactos de estas jornadas, una resolución, compromete a los socialistas a buscar, de cara a las elecciones europeas, un «grupo parlamentario fuerte» que les permita «avanzar en una agenda progresista» y también «contrarrestar las preocupantes y peligrosas alianzas» entre partidos de derecha, ultraderecha y liberales.
«Esta es la mejor garantía para seguir en el camino hacia un futuro social, sostenible y feminista, un futuro que respete el Estado de derecho, los derechos humanos, la igualdad de género, la solidaridad intergeneracional y la diversidad», reza la resolución.
Löfven recordó «los peligros del nacionalismo y la intolerancia» y pidió «no olvidar este pasado», al advertir de que «el sentimiento más terrible es el de tener una esperanza muerta», contra lo que luchan los socialistas «porque cuando se pierde la esperanza en un futuro mejor lo que pasa a sustituirla es el miedo, el resentimiento y la ira».
Por eso, el político sueco apostó por abrir el camino de cara a las elecciones europeas «dando esperanza a los ciudadanos europeos».
Durante el congreso, Sánchez se reunió con los primeros ministros de Dinamarca, Mette Frederiksen; Malta, Robert Abela; Rumanía, Marcel Ciolacu; y el canciller alemán, Olaf Scholz.
Con Scholz abordó el viernes cuestiones como la migración, el apoyo a Ucrania y la urgencia de encontrar soluciones de paz en Oriente Medio, junto al marco financiero, las nuevas reglas fiscales, la ampliación de la Unión Europea, de la que España ejerce la presidencia semestral, y el apoyo de Alemania a la candidatura de la vicepresidenta primera en funciones, Nadia Calviño, para presidir el Banco Europeo de Inversiones (BEI),
Ese encuentro transcurrió mientras en la calle alrededor de medio millar de personas protestaban contra el apoyo para la investidura de Sánchez por parte de independentistas catalanes, a cambio de una ley de amnistía a los procesados por la Justicia entre 2012 y 2023 por actividades relacionadas con la reivindicación de la independencia para Cataluña.
