OPINIÓN de Carlos Carnicero .- Escuché con atención el discurso de Cristina Fernández de Kirchner en la inauguración del periodo de sesiones. No hay un político europeo que tenga su habilidad dialéctica. Maneja las cifras y las citas con una soltura increíble. Es capaz de hablar durante tres horas sin perder el hilo de su discurso y sin apenas mirar sus notas. Dice sus razones con convicción y sin complejos. Justifica el acuerdo con Irán para poner fin al interminable proceso del atentado de la AMIA y se atreve a enfrentarse al poder de Israel y Estados Unidos en su conflicto con Irán. Ningún diputado español le llega a la altura del zapato. Es cierto que salta sobre la inflación para propagar la distribución de los recursos a la generalidad de la población. Proclama que no se somete al veredicto de los mercados y se enfrenta a los fondos buitres. Claro que se le puede sacar punta a la presidenta de Argentina. Pero enfrente solo tiene el inmenso vacío de los poderes fácticos que no t