OPINIÓN de Pura María García / La Mosca roja .- Señores y señoras aprendices de sabio, espontáneos especialistas, como esos toreros que se lanzan a la arena sin ningún tipo de prudencia; faranduleros de la palabra; abanderados de la inexactitud y la superficialidad; fans de esa pose de “yo lo sé todo y criminalizo a quien quiero… Me dirijo a ustedes, con más respeto del que me consta lo hacen ustedes cuando toman asiento en diferentes medios (falsimedios) y los convierten en púlpito del dogma y la tendenciosidad. Una, escuchándoles en esas tertulias que son una muestra de terrorismo mediático casero, creería que escucha, al oírles, a la reencarnación de la Wikipedia, de la Encarta y, aún más, de la mismísima biblioteca de Alejandría. No tienen vergüenza, o la tienen tan escondida como su objetividad o su voluntad de ser críticos y serios, cuando se ponen frente al micro o la pluma y nos toman por imbéciles, casi analfabetos, a quienes fumigan con el veneno letal de la desinformación