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Celebrando la paranoia militar

OPINI脫N de Pura Mar铆a Garc铆a.-

“Los militares mantienen el 谩nimo firme y sereno sin atender absurdas provocaciones y cumplen calladamente con su deber porque quieren ser un ejemplo de unidad, honestidad, generosidad y valent铆a para la sociedad a la que sirven” No me gusta nada. Son palabras sospechosas dichas por una boca que parlotea en nombre de sospechosos con uniformes y que levanta pasiones enardecidas entre los amigos de su secta.

A帽o 2013 y continuo pregunt谩ndome qu茅 tendr谩 ese color verde caqui que hace que los filofascistas se levanten de su sill贸n, hagan la ola y aplaudan como posesos. Algo de hipn贸tico y adictivo deben tener los discursos gui帽olescos de los militares, que yo no percibo, porque cada a帽o, en fechas planificadas, establecidas como emblem谩ticas por uno de los decretos invisibles que el poder cronifica, representa la dosis exactamente indicada en la posolog铆a del tratamiento para el mantenimiento de la “unidad de la una, grande y libre patria”. “Apl铆quese con generosidad”, han debido leer en esta ocasi贸n el se帽or Moren茅s, el (impuesto)soberano y los chicos del coro verde caqui en el prospecto del medicamento.

La memoria de los fascistas se alimenta con recuerdos plagados de excesos, fanfarrias, victorias, sometimiento y aniquilaci贸n de los “otros”. Recuerdos que, en su gran mayor铆a, est谩n deformados por su interpretaci贸n sesgada y prepotente, necesaria para que puedan vivir su irrealidad irracional y asocial. A ella recurren para instaurar actos como la pascua militar -por supuesto me niego a utilizar las may煤sculas- perfomance que re煤ne a la corte y sus bufones, uniformados y no.

Esta celebraci贸n, que deber铆a denominarse paranoia militar, conmemora (cu谩nto les gusta a los fascistas y amigos el verbo conmemorar) la victoria, un 17 de febrero de 1782, de tropas espa帽olas sobre las tropas brit谩nicas que ocupaban la isla de Mallorca. El monarca en aquella ocasi贸n no cazaba elefantes ni practicaba el esqu铆. Se trataba de Carlos III, quien debe ser una fuente de inspiraci贸n para el (ins)pirado de Wert ya que emprendi贸 una misi贸n, al m谩s puro estilo pepero, para evangelizar y civilizar a los ind铆genas deHispanoam茅rica, continuando con los esfuerzos “salvadores de salvajes” de la dinast铆a de los Austria, que quer铆a lograr que aquellos pueblos salvajes se expresasen en castellano para que la lengua del reino fuese el idioma 煤nico y universal que se hablara en todos sus dominios. Un precedente de la misi贸n que Wert ha querido emprender para espa帽olizar al salvaje pueblo de Catalu帽a. El monarca ling眉ista, quien con ese discurso salvador ser铆a cabeza de lista o ministro del seseante Rajoy, debe ser uno de los modelos seguidos por otro grande de la (anti)pol铆tica del pp, Gallard贸n, el cejijunto decretator, ya que se invent贸, en 1770, una Real C茅dula, ordenando a sus virreyes que construyesen escuelas en todos los pueblos indios, para que los salvajesaprendiesen leer, escribir y hablar la lengua del reino. Al m谩s puro estilo Galladoniano, Carlos III, a continuaci贸n, remat贸 la jugada desarrollando la disposici贸n real para prohibir el uso de cualquier lengua que no fuese la de la madre patria.

脡l fue la preclara mente que instituy贸 la celebraci贸n de la paranoia militar, llamada tambi茅n pascua militar, para dejar claro su agradecimiento a las tropas liberadoras de Mallorca y para, “como ocasi贸n especial, ser 茅l y sus representantes quienes agasajaran a los militares, rompiendo la normalidad (los militares agachando la espalda y cuadr谩ndose frente al poder).

243 a帽os despu茅s, actores vestidos de verde, extras vestidos de paisano y reales int茅rpretes reales, representan un nuevo episodio de paranoia militar. Juntos, con caras sonrientes, pero circunspectas. “Los militares mantienen el 谩nimo firme y sereno sin atender absurdas provocaciones y cumplen calladamente con su deber porque quieren ser un ejemplo de unidad, honestidad, generosidad y valent铆a para la sociedad a la que sirven”

Curiosa forma de pasar por alto la actuaci贸n de militares y fuerzas de represi贸n de lo que llaman estado en los momentos de tensi贸n, reacci贸n a la implantaci贸n por la fuerza, el hambre y el paro del (anti) modelo de sociedad al que sus amos, el gobierno, los pol铆ticos y la banca nos est谩n abocando.

Curiosa serenidad y actuaci贸n inundada de “templanza y comedimiento” de las fuerzas del orden -secta s煤bdita de la que forman parte- que sospechosamente contrasta con la detenci贸n, a todas luces fuera de la legalidad, de manifestantes pac铆ficos que reclaman a los excrementales pol铆ticos corruptos, su representaci贸n, la real, por la que votaron los que a煤n creen en esta democracia fecal, que se erige como un falso horizonte para muchos.

Curiosa esa actitud de “no atender absurdas provocaciones”, que enmascara la tendencia cr贸nica, de ellos y del resto de fuerzas represivas del estado, de “ver” o “inventar” provocaciones en cualquier esquina, acto o manifestaci贸n para poder actualizar, con entrenamientos en directo, su formaci贸n para reprimir y castigar, pelotear ojos y espaldas con pelotas de gomas, aporrear bocas para acallarlas o patear est贸magos a los que reclaman el derecho de un trabajo para llenarlos con un misero plato de comida. ¿D贸nde estaban esa serenidad y el cumplimiento callado de no s茅 qu茅 misi贸n, que os invent谩is e impon茅is vosotros solitos, cuando preparasteis una encerrona para encerrar a Alfon, le volasteis un ojo a una inocente o golpeasteis a manifestantes que quer铆an reclamar a la 铆nclita, y corrupta, instituci贸n de las cortes? ¿Es la misma serenidad que no pueden mantener los dos hombres que se autoinmolaron hace unos d铆as, desahuciados de la esperanza? ¿La misma que perdieron los que no han aguantado que los ricachos corruptos talasen de ra铆z su v铆nculo a un hogar y decidieron lanzarse al vac铆o para no leer la palabra desahucio?

Hablan con la sospechosa lengua verde caqui, quiz谩s met谩fora para recordar la lengua de los of铆dios venenosos, de que mantienen su esp铆ritu -¿se referir谩n a una acepci贸n del t茅rmino fantasma?- inc贸lume frente a absurdas provocaciones, manera nada sutil de englobar en un petate verde cualquier cuestionamiento pac铆fico a su misi贸n, a esa democracia que ustedesrepresentan. Curioso animal depredador, su democracia, que enarbolan o no seg煤n les conviene: recuerden que su pretendida democracia ha de aceptar opiniones, intenciones, cuestionamientos, posiciones que sean expresadas no solo por mayor铆as -la minor铆as tambi茅n cuentan, no lo olviden- y amparadas por la “legalidad”, legalidad, por cierto, que el estado al que representan y defienden y sus pol铆ticos, se saltan a la torera a discreci贸n. Tienen que aprender a tragar, masticar y digerir las voces en lenguas distintas a las del reino, su ideolog铆a, su pretensi贸n de defender una identidad, de cuestionar, como cuestionan, sin incurrir en la ilegalidad, el papel de quien caza inocentes animales salvajes en lugar de apuntar a los pol铆ticos corruptos o tapa a familiares que practican el non-stop desfalco. Esta es la democracia que el estado a quien representan defienden ¿no? Pues aprendan a tragarla, a doblar la rodilla, a aceptar que esos “independentistas asquerosos” de catalanes y vascos tienen voz. ¿O lo que les molesta es no poder decretar el estado de sitio, patrullar para aporrearnos o tener que disimular sus ansias de dar un golpe de estado y encarcelar a los que no se visten ni de verde militar ni de azul fascista? D茅jense de monsergas, de una pu帽etera vez, y acudan a un profesional para tratarse, en, masa, de su esquizofrenia y paranoia, esa que les hace ver, como ha dicho su capo Moren茅s, constantes apelaciones separatistas. ¿Tanto miedo tienen a la “desmembraci贸n” de una unidad falsa e impuesta? ¿Miedo a quedarse sin excusa para “trabajar” y continuar desempe帽ando su papel represor?

Tengan un poco de respeto por quienes cada d铆a, por narices, les tenemos que aceptar y pagar (mientras nos dedicamos a intentar sobrevivir a los suyos y sus recortes). No se atrevan, en un alarde de discapacidad mental -considerado l贸gico en ustedes, pero a estas alturas y a c贸mo est谩n las cosas no esperado- a anunciarnos esa majader铆a descomunal de que van a crear “un Mando de defensa del Ciberespacio, siguiendo el ejemplo del Pent谩gono” sin pretender que reaccionemos, primero con frustraci贸n y, despu茅s, con ira, asistiendo a su locura colectiva mientras regalan sus amos, el estado-gobierno, nuestra sanidad a los familiares de los pol铆ticos con cartera, nos quitan el puesto de trabajo, la vivienda, la cultura, e intentan expoliar nuestra DIGNIDAD.

Ustedes son con como un alimento en mal estado: producen primero asco, despu茅s nauseas y, por 煤ltimo, nos hacen sentir la necesidad de vomitar. Bilis verde, eso s铆, muy verde. Verde militar.
















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