OPINIÓN de Ana Cristina Bracho. - El mundo está conmovido. Se han hecho virales las fotografías de niños siendo separados de sus padres, de niños durmiendo en estructuras enjauladas o con pulseras dotadas de códigos de barras. El escándalo empezó por algunos senadores norteamericanos y se volvió un asunto importante en la arena política estadounidense, donde demócratas y republicanos, se echan mutuamente la culpa.