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Mostrando las entradas etiquetadas como RAFAEL FERNANDO NAVARRO

Quinientos diez y siete

OPINIÓN de Rafael Fernando Navarro    Quinientos diez y siete desahucios diarios se practican en España. A una media de cuatro miembros por unidad familiar, arroja un total de 2068 personas empujadas al frío, al calor, a los puentes, a la lluvia, a la nieve, a los cajeros, a las aceras. Hipotecas truncadas por trabajos truncados. Dejaron incluso de comer para pagar sus techos euro a euro, para que los banqueros compraran un yate al contado, para que cenaran con el Rey vestidos de monarcas disimulando su oscuro oficio de usureros. Madre con ochenta años sudados entre lutos de posguerra y partos con palangana y trapos limpios. Hijos de espinazo doblado y azadón de patatas y pimientos. Nueras con manos agrietadas de aceitunas. Nieto con portátil para que no sea albañil de piropo, tortilla y vino tinto. Juntos, todos juntos, como un ramo de vida, de lágrimas, de camas enamoradas los sábados, de alegrías veniales cuando se juntan los primos, cuando la primera comunión del niño-almirant

La sonrisa de la virgen

OPINIÓN de Rafael Fernando Navarro    La sonrisa es el escalofrío venial de la ternura. El alma se apoya en los labios para saludar al mundo y el mundo lanza un brindis al tendido de la alegría. La sonrisa es el primer beso de complicidad entre dos cuerpos que se desean, entre dos caricias que se funden, entre dos ríos con vocación de mar. No me seduce la carcajada. Es como un terremoto interior que alborota la sangre, que disloca el corazón, que desordena la arboleda de las venas. Prefiero entre las manos la sonrisa temblorosa como un recién nacido. La ministra Fátima Báñez no sonríe nunca. Es nuestra señora de la carcajada. Crujiente su carcajada cuando anuncia una reforma laboral para crear empleo y resulta que fabrica parados. Cuando Arenas pierde las elecciones andaluzas y ella zapatea una carcajada con tacones de aguja. Los trabajadores pueden ser tratados con la dureza de quien golpea una pelota de golf, se les puede despedir porque el empresario adivina los beneficios del

Esa amante

OPINIÓN de Rafael Fernando Navarro    La seguía de noche, cuando la luna quería. A pleno sol la seguía. Celoso de su cintura cuando Aznar, cuando Zapatero la abrazaban. Cuando el matrimonio homosexual, cuando la ley de dependencia, cuando la memoria histórica, cuando crecían los derechos de la mujer. Cada movimiento de su cuerpo en las manos de otro, en la alegría de otro, en el disfrute de otro. Se hacía querer sin llegar, sin permitir las manos, los labios. Piropos, sólo piropos hasta que volvía la espalda en las urnas y se marchaba con otro hasta Moncloa a convivir con el consentimiento del pueblo. Sólo quedaban cada mañana los mapas, cada tarde los mapas, cada noche los mapas. Noviembre por fin. Dos mil once. 20-N en Cuelgamuros y en el rincón del corazón de muchos. Fecha agazapada, cubierta de burka negro, con un olvido sin olvido. Venía de crear tres millones de puestos de trabajo, de bajar los impuestos para alegrar el consumo, de subir las pensiones para que los viejos bail

Ministro episcopal

OPINIÓN de Rafael Fernando Navarro    La Iglesia parte siempre de la univocidad de la verdad. Se siente su poseedora absoluta sin posibilidad de que nadie le discuta ese dominio que le viene nada menos que del único Dios verdadero y de la fuente del derecho natural. Pero se da la paradoja de que no es Dios o la naturaleza quien deposita la verdad en la Iglesia, sino que es la Iglesia la que fabrica la verdad y asigna su origen a la divinidad o al derecho natural. Naturaleza y Dios son así los depositarios de un pensamiento construido por la Jerarquía a lo largo de los siglos que busca un respaldo autoritario más allá de sus mandatarios. Por eso cuando a la Jerarquía se le pide que muestre el fundamento de muchas de sus normas nos remite, no a lo que debía ser la fuente de la revelación, sino a la tradición, entendida ésta como la vigencia de una creencia o práctica impuesta a lo largo del tiempo sin autocrítica alguna. Con este bagaje ideológico, la Iglesia se siente en el derecho

Hambre

OPINIÓN de Rafael Fernando Navarro   Hay que hacerle preguntas a la vida. Tal vez eso es la vida: una pregunta. ¿Pero a quién tiene que preguntar la vida? Ahí está la interrogante base. ¿Quién tiene la respuesta? ¿Quién es la respuesta? ¿Dios, tal vez? ¿O Dios es el último silencio de ese misterio que es el hombre? ¿O Dios, empeñado en construir su propia existencia, no está por la tarea de ser respuesta? ¿No le toca tal vez ser juez porque se ha puesto de parte de la libertad humana con todas sus consecuencias? Un borbotón de preguntas, sin respuestas tal vez, engendrando interrogantes nuevas, pariendo dudas sobre la duda. ¿Dónde está tu hermano? Yo no soy responsable de mi hermano. No tengo respuesta sobre el misterio que es porque ni siquiera tengo respuesta sobre el misterio que soy. Y así vamos, revoloteando sobre cumbres inaccesibles, sobre el vértigo del otro y de nosotros mismos. Dejando la metafísica arriba, hay también preguntas a ras de estómago. ¿Qué hacemos con el

Abandono

OPINIÓN de Rafael Fernando Navarro    Antes se abandonaba a los niños en las puertas de la casa cuna. Un destino de soledad, una mantita de olvido y un chupete de besos. Noche con frío acumulado. Las estrellas se marchaban al amanecer. Giraba el torno y como todos los días el uniforme azul, toquilla blanca, recogía la infancia desechada y la vestía con una soledad de apellidos en su historia diminuta. La pubertad vendría, con hormonas recortadas ante niñas con palomas bajo el jersey blanco y negro. Y las niñas bajaban los ojos para no mirar pecando las piernas de pantalón bombacho de niños rubios y tristes. Sor María llevaba alas blancas, almidonadas, en equilibrio imposible por las puertas. Sor María no entendía aquel beso robado-entregado un domingo por la tarde en el patio con sol del orfanato. Y castigaba el amor mirando a la pared como si los niños estuvieran condenados a enamorarse de nadie, a enterrar el cariño en los desconchones de un muro de lamentos. Saldrían algún día de

La fuga

OPINIÓN de Rafael Fernando Navarro    Rajoy no lo ve. Anda a gatas debajo de una mesa buscando la España perdida. Jugó con ella durante la campaña electoral y ahora se le cayó del bolsillo nada más tropezar con una alfombra persa de Moncloa. Anda a gatas Rajoy. Oliendo rastros, hocicando huellas por si España dejó tras de sí un olor a descomposición, a cadáver, a muerto recién muerto. Recuerda Rajoy el triunfo de la trampa ratonera que le puso al alcance el destino. No subiré los impuestos, no subiré el IVA, crearé empleo hasta tres millones me ha dicho Pons, vereis cómo somos el partido de los trabajadores que dice María Dolores, el partido de los viejos, de la sanidad, de la educación, el partido del cariño por los dependientes que necesitan un prójimo que empuje la silla, que les limpie el cansancio de intentar agarrar la vida con los muñones del alma, el partido de la mujer maltratada, manchada de besos asesinos aunque nunca matan los besos. Recuerda Rajoy que puso en su sitio a

Ya es primavera

OPINIÓN de Rafael Fernando Navarro    Reinaba en España José Luis Rodríguez Zapatero, aunque resulte insólito que un rey se apellide Rodríguez. Eran tiempos de guerra. Disparaban los mercados, la prima de riesgo, los especuladores. Y la autora intelectual residía en Alemania bajo el sospechoso nombre de Angela Merkel. Berlusconi la despreciaba por “infollable de culo seboso” Sarcozy le ponía alzas al los besos y rozaba el moflete de la emperatriz teutona. Se arrodillaban a su paso los cortesanos europeos. José Luis rey se abría dos hoyuelos para enterrar una izquierda y echar arena sobre pensiones y funcionarios. Se drrumbaban las dictaduras por el norte de Africa. Cansados de ser súbditos, algunos aspiraban a una ciudadanía negada durante demasiados años. Destruyeron la jaima de Gadafi y Gadafi sin jaima era como Sansón sin peluca. Gadafi podía matar sin escrúpulos, pero era incapaz de romper la virginidad de sus muchachas bajo el exclusivo testigo de la luna. Rarezas de los grand

Recortes, reformas, cambios

OPINIÓN de Rafael Fernando Navarro    Estamos adelgazando, consiguiendo silueta, perfeccionando cintura. Y las palabras juegan un papel importante en esta dieta a la que estamos sometidos por parte de Europa, los mercados, los especuladores y muchos más que permanecen en la sombra de las ideologías. La terminología que envuelve la transformación de la sociedad tiene mucha importancia. Las reformas encarnan un sentido positivo. Se reforma siempre para mejorar. De ahí el empeño de nuestro gobierno para hacernos ver que la acumulación de alumnos por clase conlleva una socialización que influye en la madurez de la chavalería. Lo dice Wert con una sonrisa oblícua de quien está seguro haber engañado a alguien desde la superioridad de su sillón ministerial. El copago o repago de los medicamentos que alcanza incluso de los jubilados con pensiones de hambre muchos de ellos, va acompañado de la insistencia por parte de la ministra Mato de que deben sentirse orgullosos de colaborar en la mejora

Fue la calle

OPINIÓN de Rafael Fernando Navarro    La calle no era calle. Era un coto para guerreras blancas, entorchadas de botas las costuras. Era de alguien la calle. Y eran grises los guardianes de una propiedad. Los que podaban la protesta, los gritos, la rebelión. Me multaron por tener aquel 25 de abril un bolígrafo rojo, un coche rojo y un clavel rojo en la solapa. Se castigaba entonces hasta el color de los claveles. Al aire disparaban y chorreaba la sangre de obreros, de estudiantes. Eramos todos furtivos en busca de la libertad. Mochila llena de gritos, de exigencias, de futuro presentido. Hace tiempo que se ensanchó la vida. Hay avenidas amplias con claveles rojos no prohibidos. Se llenaron las bocas, las manos y los ojos de colores conquistados, de pulmones con aire chorreado, de venas libres para que fluya el grito. Se siente estafado el mundo. Crisis le llaman todos de mutuo acuerdo entre gobiernos. Hay que guardar las formas. Al sexo se le llama amor, a la mierda basura reciclabl

Mitra enamorada

OPINIÓN de Rafael Fernando Navarro    Se ha enamorado el Obispo. Por aquella tierra ancha como el mar. Por donde Jorge Cafrune, Atahualpa y Gardel. Por donde la palabra se convierte en seda. Por donde el dulce de leche se hace humanidad gaucha de orgullo, bife y caballo. Por donde el Buenos Aires moderno, Mar del Plata añorada, La Plata de trazos paralelos. Por donde tuve un amor que se habrá hecho mayor como los trigales. Rusita le llamaban. Pero no era su nombre. Era por su blancura rubia, su altura cimbreante, el azul de sus ojos de nube azul exiliada. Se ha enamorado el Obispo. Corazón primero. Seguro que corazón primero. Casi nadie tiene en cuenta el corazón de un Obispo. Casi nadie ha tenido en sus manos el corazón tembloroso de un Obispo. Corazón-potro. Corazón desbocado. Corazón solo. Corazón pedigüeño, exigente, rebelde contra leyes injustas que ignoran que sístole y diástole fundan vida. Se ha enamorado el Obispo. Entrepierna después y también. Ante un cuerpo gritando car

. La cintura de España

OPINIÓN de Rafael Fernando Navarro   España no está en estado. La llevaron a urgencias. Hasta arriba el dolor por los pasillos. Olor a vómito y mierda. Cánulas de oxígeno pisadas, sin querer pero pisadas, y la disnea apretando los pulmones. Ana Mato fumándose un rato de descanso porque no hay camas que hacer, calculando la caravana de sufrimiento, inyectando a ratos recortes para que se entere la EPOC que es un castigo del tabaco como el infierno es la pena de una masturbación de soledad. De pie España, por los pasillos largos, sosteniéndose el vientre, recuerdo de aquella noche de amor, de faldas al aire entre rosales, de besos con prisas de militar con permiso. Al fin el turno. Merkel y Hollande camilleros. Mercados, prima de riesgo, déficit becario superándose-master en agencias de calificación. Rajoy ecógrafo, cables blancos, pantalla negra-grecian dos mil. No hay nada dentro. Vientre hueco el de España. A lo sumo adherencias. Cinco millones de parados, pobres ahondando en los c

¿Habrá resurrección?

OPINIÓN de Rafael Fernando Navarro    Cuando la vida se hace costumbre pierde su sentido dinámico y se convierte en quietud momificada. La pérdida de asombro desnuda la existencia, la cosifica y la convierte en carencia de creatividad. Llega entonces la fosilización hecha recuerdo, oscura memoria, ayer sin mañana de resurrección. El rico epulón –cuenta el evangelio- contempla sus posesiones, se regodea en su dominio y exclama: “ya puedo descansar” Esa noche, murió. Cuando renunciamos a nuestra vocación poética (vocación de creación) y decidimos que el futuro no nos necesita, no tiene sentido continuar existiendo. Si la historia nos cabe en las manos y nos privamos de la construcción del futuro, es lógica la muerte como frustración existencial. Sin el imán del futuro carece de dinamismo el presente y la quietud se deposita en la oscuridad de un ataúd para devolverlo a los grises brazos de la tierra. La Iglesia se ha convertido en estatua de sal de tanto mirar hacia atrás, aunque es

Llanto por la dignidad

OPINIÓN de Rafael Fernando Navarro    “Los hombres no lloran”, frase de músculos machos de la familia, los vecinos, los amigos. “Un hombre macho no debe llorar”, decía Gardel, decía el tango, decía la voz porteña del Buenos Aires querido. No tiene sentido hoy lo de macho. Cada vez tenemos más prohibido ser hombres, mujeres, niños. Estamos perdiendo el derecho a ser simplemente humanos. Van sobrando los espejos. No hay nada que mirar en ellos. Sólo nos queda una huella antigua, ignoro si genética, para firmar ante notario la rendición aceptada de los acontecimientos. Yo viví aquellos tiempos en que nos batíamos por la posesión de una belleza femenina, por el centro genital de su hermosura. Pero nos hemos envainado la gallardía desfasada. Desaparecimos. La mujer no es un ser-para-nadie ni pone en venta el castillo de su dignidad. Lo regala a quien quiere una tarde entre rosas y palabras prendidas en la elegancia de sus caderas. Están oxidadas las armaduras de caballeros antiguos. Hoy s

Si yo fuera Giralda

OPINIÓN de Rafael Fernando Navarro    La Giralda es mucho más que Cospedal con mantilla. Sevilla no es Toledo ni falta que le hace. Si Arfe es la elegancia manchega, la Giralda es la peineta de un Guadalquivir de gala. Gran Vía, Sierpes, Campana. Cristo de la mano de Zoido-alcalde. Vitoreada la custodia del cuerpo santo como un torero de Maestranza en una feria de Abril. Cristo montera en mano, arrastrando capote, repartiendo besos a los balcones de sevillanas guapas, de azucenas-minifalda, de duquesas abrazadas a funcionarios de sueldo recortado, de Vitorio y Luchino arruinados, de monaguillos de colores. Sevilla olía a Cristo, a Zoido, a incienso. Sevilla era Oda al Santísimo de Federico-Fuentevaqueros-Lorca recién nacido hace ahora cien años. Sevilla sabía a degradación de alcalde refugiado en el chiquero del ostensorio: ”Los sevillanos confían en Cristo en esta época en que se está pasando tan mal”. El bastón del hechicero municipal azotando al Fondo Monetario Internacional, a Me

Levántate y anda

OPINIÓN de Rafael Fernando Navarro Este país ha vivido con frecuencia al borde del precipicio, pero siempre se ha salvado de milagro. Acostumbrados al vértigo, nos hemos colocado la alegría en el sombrero para que nada ni nadie nos apee del asombro de vivir. La indistinta pronunciación entre la B y la V llevaba a los latinos a admirar a los españoles para los que era lo mismo “vivir que beber” (Beati hipanii, quibus bibere est vivere) Y tentando a la esperanza, hemos ido haciendo la historia tejiendo y destejiendo los acontecimientos como una Penélope-Corte-Ingles-rebajas. Porque agrandamos lo que fuimos hasta el infinito, pero abaratamos el presente que somos. Se nos vino el mundo abajo allá por dos mil ocho. La crisis no era crisis. Andaba Solbes habándole a Zapatero al oído. Y Zapatero, que aprendió de Jordi Sevilla economía en dos tardes, escuchaba. O a lo mejor no hizo caso a su ministro y tiró hacia delante con unas elecciones recién ganadas. Las hipotecas se llamaron “bas

La locura

OPINIÓN de Rafael Fernando Navarro    Sólo los locos tienen una visión correcta del mundo. Los demás padecemos un estrabismo deformante. Ana tiene una vivencia extraordinaria de la locura. Va de sí misma hacia sí misma, cada vez por un camino que siempre empieza y termina en la comprensión del caos como única vida con estilo. Pasan a su lado señores con corbata y mocasín italianos, señoras-peluquería-pantén, banqueros con un porsche en la solapa, parejas poniendo en orden la vida, casadas por el rito legal, absolutamente legal. Han dejado el amor en el armario porque escandaliza el beso, la caricia sin sujetador carcelario, la fusión de la sangre como un brindis a la primavera elegante de un jueves soleado. Nadie desde Erasmo amó tanto la locura como ella. Va por el mundo con un ramo de locura en la mochila, ama con locura y te acoge en su locura tibia de pan recién hecho. Cada anochecer cambia los muebles de su alma, llena de flores su cama para soñar un chanel de estrellas perfum

La Iglesia ausente

OPINIÓN de Rafael Fernando Navarro    Cuando la Iglesia pretende ser hoy lo que fue durante el franquismo, está persistiendo en su propia blasfemia y empeñándose en lo que debía ser su más reprochable vergüenza. Durante cuarenta años dominó las conciencias apoyando la autoridad de su báculo en la ciénaga pestilente de una dictadura cruel, asesina, destructora. Y lejos de un arrepentimiento redentor, pretende seguir ejerciendo un dominio moral sobre los ciudadanos libres en democracia. La historia no es un retorno sobre sí misma. Tiene por el contrario un trazo lineal, y aupada en el ayer se encamina siempre hacia el mañana. De ahí que no debamos confundir historia y pasado en una identificación carente de profundidad. Y quienes se empeñan en no distinguirlos, se petrifican, se fosilizan y pierden la fuerza viva y apasionante de la existencia. Y esto le anda pasando a la Iglesia. Anclada en el pasado, no es capaz de crear un futuro caliente capaz de acoger al hombre de hoy, las nece

Condenados

OPINIÓN de Rafael Fernando Navarro    Jordi Evole, el 20 de Mayo, en la Sexta Televisión, nos presentó su programa SALVADOS. Dialogó con un profesor español en Atenas, con una traductora española en la televisión griega, con comerciantes, pensionistas y trabajadores griegos. Y los distintos estamentos nos brindaron un país condenado. Ya en España, Evole conversó con un economista que clarificó los orígenes y consecuencias de la crisis y finalmente entrevistó a Federico Mayor Zaragoza que me condujo a que el título del programa, por esta vez, estaba mal elegido. Deberían haberlo titulado “CONDENADOS”. Porque a una condena están abocados aquellos países que, como el nuestro, han sido el blanco de la codicia, la usura y la especulación de los depredadores económicos. A la ciudadanía se le echa en cara que la actual situación es la consecuencia lógica de haber vivido por encima de sus posibilidades. Hemos tratado de tener un techo donde albergarnos como familia. Compramos un coche pa

Persona non grata

OPINIÓN de Rafael Fernando Navarro    Las mitras terminan en punta, como lanzas. Mitras punzantes, hirientes que arremeten con la bravura de quien domina el monopolio de la verdad. Ahí están los Obispos depositarios de la verdad del orden natural como camino instintivo del desarrollo humano y de la verdad de Dios apropiado y cuadriculado en los esquemas de la historia estatificada en una ayer sin mañana. Llevan en las cartucheras la verdad cargada de destrucción y apuntan contra todo aquel que se atreve a disentir de su normativa legalista e hipócrita. Han puesto el infierno boca arriba para que a su vientre vayan los que piensen que el sexo es una escalofrío emocionante, que el amor, todo amor, es el asombro glorioso ante la realidad del otro, que la investigación es la búsqueda en las entrañas del misterio. Bajo el acero incombustible de las mitras han encerrado la infinitud definitoria de un dios al que han conseguido encorsetar en la miniatura anquilosada de unas leyes. Han logr




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