OPINIÓN de Raúl Allain (*) Con honrosas excepciones, una de las cuales son diarios que ejercen con eficacia un periodismo independiente y objetivo, el panorama de la prensa nacional está signado por la manipulación de la información y la desinformación. En el Perú, la mayoría de empresarios periodísticos utilizan su poder para dictaminar qué enfoque deben tener las informaciones, cuáles serán omitidas o manipuladas, qué campañas periodísticas hay que hacer para favorecer o desprestigiar a alguna persona o algún sector de la sociedad. En mi reciente artículo “‘Ciudadano Kane’: una metáfora de la prensa y el poder en el Perú”, sostuve que: “El personaje de la película [Citizen Kane, 1941], también usa su cadena de periódicos para influenciar en los electores de su candidatura a la presidencia de los Estados Unidos. Lo vemos ahora en el Perú, donde grandes grupos que manejan periódicos y canales de radio, televisión e internet, colocan a sus candidatos preferidos e intentan hundir a los