OPINIÓN de Rosa María Artal .- La aún ministra de Empleo, Fátima Báñez, ha pedido a gritos su cese. Ya no es solo por nefasta gestión que ha elevado el paro desde el 22,85% en el que se lo encontró al 26% . El registrado en el INEM, que el real ofrece muchas mayores proporciones. O la destrucción de empleo que se acerca al millón de personas. El incesante flujo de “movilidad” exterior. Ahora va y pide a las empresas que “ hagan políticas sociales con sus beneficios y no con cargo al sistema de protección social”. Todo viene porque otro de sus ineptos colegas, el gobierno en pleno para ser justos, ha visto que necesitaba urgentemente dinero -a pesar de la desbordante “recuperación” a la que dicen asistimos- y ha decidido por sorpresa que coticen como ingresos varias retribuciones en especie: pluses de transporte, aportaciones a planes de pensiones, vales de comida, seguro médico. Las empresas han protestado enérgicamente y han dicho que van a perderse un gran número de puestos de t