OPINIÓN de Teodoro Rentería Arróyave , México.- Los tres días últimos del fin de semana anterior en dos puntos geográficos del Continente, Jamaica, la antigua colonia inglesa y Panamá, ex territorio imperial, se produjo lo impensable que por ende resultó histórico, tras 56 años de toda clase de agravios que estuvieron a punto de provocar un conflicto bélico internacional de proporciones mayúsculas, al fin las sensatez, la civilidad y la política de altura se impusieron para que dialogaran, se estrecharan las manos y se tomaran la foto los presidentes de Cuba, Raúl Castro Ruz y de Estados Unidos, Barack Obama. Más allá de ese hecho histórico, impensable hasta antes del pasado diciembre, cuando ambos mandatarios anunciaron la disposición de que sus naciones reanudarían relaciones, rotas en 1951, porque el gobierno de la potencia del aquel entonces no podía tolerar que a 200 millas de su territorio y en su llamada zona de influencia se instalara un régimen contrario al que imponía en l