OPINIÓN de Xavier Caño Tamayo .- El pueblo trabajador no se puede fiar ni un pelo de esta Unión Europea. No sirve ni es reformable. Pero otra Unión Europea es posible. Y necesaria. Otra Unión en la que primen las personas y sus derechos, las libertades y la democracia de verdad, no los intereses y beneficios de los banqueros con la democracia convertida en simulacro, en liturgia. En absoluto conviene a la ciudadanía esta Unión Europea que preside el oscuro Junckers y mangonea Merkel a su antojo, entre otros. Muestra de la calaña de esta Unión Europea es que su mayoría parlamentaria conservadora apoya, jalea y aplaude a políticos como Mariano Rajoy y Viktor Orbán. Ocurrió en el reciente congreso del Partido Popular Europeo (PPE) celebrado en Madrid con más de 2.000 delegados de partidos conservadores europeos. Ahí fue aclamado el presidente español por sus correligionarios como “presidente del millón de empleos”, eslogan con el que el congreso del PPE pretendía entronizar la trayectoria