OPINIÓN de Uraz Aydin. - “Tenemos la lista de kamikazes, pero no podemos detenerles mientras no pasen a la acción. No se puede detener a la gente sin una razón”, ha declarado el Primer Ministro turco Ahmet Davotoglu, dos días después del atentado de Ankara del 10 de octubre que causó la muerte de 106 manifestantes por la paz. A guisa de respuesta a las críticas sobre la deficiencia de los servicios de información, Davutoglu ha intentado explicar así que el gobierno controlaba la situación, y ha expresado su fe en el Estado de derecho. Un dejar hacer criminal… Resulta evidentemente inútil recordarle que desde hace casi un año, como consecuencia de una revisión del código del procedimiento penal, una simple “sospecha razonable” es suficiente para autorizar a la policía a llevar a cabo pesquisas y detenciones preventivas, lo que por otra parte ha sido utilizado en numerosas ocasiones contra activistas, opositores, y periodistas críticos del gobierno, como la reciente detención en Diyarbak