Al-Habal hace viajes diarios para encontrar comida y agua para su familia mientras supera el desplazamiento, los bombardeos y los retos de ser sordo y mudo en una zona de guerra. Desde la habitación que él y su familia llaman hogar dentro de la escuela convertida en refugio, sintió el deber de dar a conocer al mundo cómo es realmente la vida para ellos, a través de vídeos diarios que comparte en las redes sociales mientras la guerra se acerca a su octavo mes. El corresponsal de Noticias ONU en Gaza , Ziad Talib, habló con Al-Habal con la ayuda de su cuñada, Ghalia Al-Kilani, que aprendió el lenguaje de signos para poder comunicarse con su hermana, que también pertenece a la comunidad sorda. Apoyo cibernético "Quería enviar un mensaje a la comunidad sorda de todo el mundo, así que decidí filmar mi vida normal, cuando las casas están siendo bombardeadas", explicó Al-Habal. "Utilizo la lengua de signos europea para que les llegue la idea y para que la gente vea lo que está