Ir al contenido principal

AI denuncia las condiciones de reclusión que sufren más de 3.000 presos en módulos de aislamiento en California

EL MERCURIO DIGITAL

"El estado de California en EE. UU. debe cambiar sustancialmente las condiciones carcelarias de los módulos de aislamiento y detener el sufrimiento inhumano al que están sometidos miles de presos", ha dicho Amnistía Internacional en un nuevo informe publicado hoy.

El informe The Edge of Endurance: Conditions in California’s Security Housing Units (Al límite de la resistencia: unidades especiales de seguridad en California) está basado en la información recopilada por Amnistía Internacional gracias a su acceso exclusivo a los módulos de aislamiento en California y describe las condiciones de reclusión que sufren más de 3.000 presos en el estado, entre ellos 78 internos que han permanecido más de veinte años en régimen de aislamiento.

Los presos recluidos en módulos de aislamiento pasan al menos 22 horas y media al día en sus celdas de menos de ocho metros cuadrados. En la cárcel estatal de Pelican Bay, más de 1.000 internos están encarcelados individualmente en celdas sin ventanas y con escasa luz natural.
Imagen tomada del interior de una
 celda de aislamiento

Únicamente se les permite salir a hacer ejercicio durante una hora y media al día, sin compañía y en una pista de cemento desierta rodeada de muros de unos 6 metros de alto, que solo dejan vislumbrar el cielo a través de una malla de plástico que cubre la parte superior.

Los presos en régimen de aislamiento no pueden trabajar ni participar en programas de rehabilitación u otro tipo de actividades en grupo.

También se evita cualquier tipo de contacto con el mundo exterior, las consultas médicas tienen lugar con una valla de por medio y un cristal los separa durante las visitas de familiares o representación letrada. Los internos en régimen de aislamiento no pueden hacer llamadas de teléfono de forma habitual a sus familias.

“Las condiciones y la duración del encarcelamiento en módulos de aislamiento en California son simplemente terribles”, ha manifestado Angela Wright, investigadora de Amnistía Internacional sobre Estados Unidos que ha visitado varias cárceles en el estado californiano.

“Privar de luz natural, ejercicio físico adecuado y contacto humano significativo a los internos recluidos en módulos de aislamiento es un castigo innecesario e injustificable en cualquier caso. La luz natural y el ejercicio son necesidades básicas fundamentales para la salud mental y física”.

Según las cifras proporcionadas por el Departamento de Prisiones y Rehabilitación de California en 2011, más de 500 presos habían pasado diez o más de diez años en régimen de aislamiento, más de 200 reclusos habían permanecido por encima de 15 años y 78 presos habían superado los 20 años en módulos de aislamiento.

Aunque el régimen de aislamiento está destinado a casos extremos, muchos de los internos que acaban en estos módulos padecen enfermedades mentales o trastornos de conducta, y algunas veces han sido recluidos en aislamiento por incurrir reiteradamente en faltas relativamente menores y problemas de disciplina. Más de 2.000 presos han sido recluidos en régimen de aislamiento tras haber sido “etiquetados” como miembros de bandas carcelarias o por estar vinculados a ellas.

Cuando dos delegados de Amnistía Internacional visitaron la cárcel de Pelican Bay, uno de los internos, que permanece recluido en una celda de aislamiento desde hace 22 años, les dijo que ellos eran las primeras personas de fuera que veía en su celda desde hacía años.

Un recluso de origen mexicano escribió en diciembre de 2011 que sus padres, de avanzada edad, no habían podido ir visitarle a la cárcel desde que en 1999 lo trasladaron a una celda de aislamiento en Pelican Bay, ya que se encontraban demasiado delicados de salud para viajar hasta allí. Durante años, el recluso solicitó su traslado por causas familiares a una cárcel más próxima a su domicilio, pero la respuesta del comité de tratamiento fue que “tendrían en cuenta mi petición si yo daba parte” (es decir, ofrecer información sobre otras bandas).

“En noviembre de 2009 mi madre falleció. La última vez que hablé con ella fue en 1999. Nunca pude volver a verla”, explicó.

“Reconocemos totalmente los retos a los que tienen que enfrentarse los funcionarios de prisiones para tratar con las bandas dentro de las cárceles, y asumimos que algunas veces puede ser necesario aislar a los internos por motivos de seguridad o disciplina”, ha afirmado Angela Wright.

“Sin embargo, las actuales condiciones de aislamiento son extremadamente duras y se hace uso de este tipo de régimen con demasiada frecuencia. El aislamiento únicamente debería aplicarse en circunstancias excepcionales y por un periodo de tiempo lo más breve posible”.

Los internos de Pelican Bay encarcelados en módulos de aislamiento han denunciado una serie de dolencias físicas derivadas de las condiciones de reclusión de este tipo de celdas o agravadas por ellas.


Los graves trastornos psicológicos provocados por el régimen de aislamiento aparecen reflejados en los datos de varias jurisdicciones, que muestran que el número de suicidios es más elevado entre los presos en celdas de aislamiento que entre los reclusos en régimen general. En California, durante el periodo de cinco años de 2006 a 2010, la cifra de suicidios carcelarios se situó de media en 34 al año, de los cuales el 42 por ciento tuvo lugar en unidades de segregación administrativa o en módulos de aislamiento.

Los estudios demuestran que los efectos negativos derivados de periodos prolongados en régimen de aislamiento pueden continuar mucho tiempo después de la puesta en libertad de los internos. Asimismo, la falta de programas de adaptación previos a la liberación o de programas de transición para aquellos reclusos que salen directamente a la calle tras haber pasado años o quizás decenios en celdas de aislamiento, dificulta en gran medida su reintegración satisfactoria en la sociedad.

“Las recientes propuestas de reformas no llegan a solucionar muchas de las grandes preocupaciones de Amnistía Internacional sobre los largos periodos de reclusión en módulos de aislamiento en California. Si en estas reformas no se incluyen más cambios, como los propuestos detalladamente en nuestro informe, California continuará incumpliendo el derecho internacional, las normas internacionales para el tratamiento humano de los reclusos y la prohibición de torturas u otros malos tratos”, ha manifestado Angela Wright.

Amnistía Internacional pide a las autoridades de California que:


Limiten el uso de los módulos de aislamiento y que únicamente se utilicen como último recurso en el caso de presos cuya conducta constituye una amenaza grave y continua para la seguridad de los demás reclusos.
Mejoren las condiciones de todos los internos recluidos en celdas de aislamiento, incluidas mejores posibilidades de realizar ejercicio físico y la posibilidad de mayor contacto humano, incluso en los casos más restrictivos de reclusión.
Permitan a los internos en régimen de aislamiento hacer llamadas telefónicas de forma habitual a sus familias.
Reduzcan la duración del programa de rehabilitación Step-Down y ofrezcan con mayor antelación acceso a programas en los que los internos tienen la oportunidad de participar en actividades en grupo e interactuar con otros reclusos.
Transfieran inmediatamente a otro tipo de celdas a aquellos reclusos que ya han permanecido en régimen de aislamiento varios años.




">


ARCHIVOS

Mostrar más


OTRA INFORMACIÓN ES POSIBLE

Información internacional, derechos humanos, cultura, minorías, mujer, infancia, ecología, ciencia y comunicación

El Mercurio Digital (elmercuriodigital.es) se edita bajo licencia de Creative Commons
©Desde 2002 en internet
Otra información es posible




AI FREE: DIARIO LIBRE DE INTELIGENCIA ARTIFICIAL