Fue cantante de Ferroblues y Soulfinger
Vocalista de Ferroblues y SoulFinger, fue artífice del blues y el soul en la Región de Murcia. Junto a Fernando Rubio, Juanjo Rodríguez, Juan Expósito y Carlos Campoy, Amador Blaya lideró una de las bandas más emblemáticas que ha dado Cartagena y la Región de Murcia, Ferroblues.
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1987. Amador Blaya, Jose Antonio Tur, Fernando Rubio, Carlos Campoy y Juan Antonio Ros. Facebook Ferroblues |
Si bien en sus comienzos fluyen entre el blues, el rhythm and blues y el soul, finalmente se decantan por este último, incluyendo en sus conciertos temas de James Brown u Otis Redding, distinguiéndose así del grueso de las bandas blueseras del momento.
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Tras ocho años de actuaciones, principalmente en Madrid (Agapo, Siroco, El Bareto de Paco) y la Región de Murcia, pero también en salas pequeñas y en festivales de Jazz de toda España, en 1994 aparece su primer disco, Mondongo, editado por Siroco Records, que incluye diez temas propios y dos versiones: "Papa's got a brand new bag" de James Brown y "Pack it up" de Freddy King.
Ya en 2002 llegaría su segundo y último disco, Blind lizard, un disco de soul (Things get better, Nobody told me, A change in the weather, Playin' in a soul band, Do the widow...), aunque incluye temas de rhythm and blues (Throw it out), gospel (The Passing Time), folk-rock (Broken cards) o funk, (Nuts and bolts, Breaking the law o Get fun, tema este último que habla de los disturbios protagonizados por los trabajadores de Bazán, secundados por gran parte de la población trabajadora cartagenera y que culminaron con la quema de la Asamble Regional).
Rockola, La Azohía. Agosto 2010. Foto Antonio Ruiz Alcaraz. facebook.com/pages/SoulFinger |
Con Fernando Rubio, el bajista Antonio Fidel y el baterista Juan Expósito, Amador formó también parte de Bluesfinger, una banda creada al margen de los otros proyectos musicales de sus componentes para recrear versiones de temas de la historia de la música negra y menos negra.
Amador era un cronopio. Puro sexo. Al menos en el escenario. Pues no había nacido más que para estar agarrado de un micro. De hecho, conseguía que, con sólo un zarpullido de su voz, tomáramos conciencia de que a esta vida, se venía a bailar... Amador era el grito airado de dios diciendo eso de "danzad, danzad malditos". Una prueba viviente de que es posible ser libre sin esclavizarse más que a tus verdaderas pasiones. Que ser funcionario es en el fondo, tiempo perdido. Un chantaje del sistema que nos da dinero y una aparente seguridad a cambio de ofrendarle la mitad de nuestra vida y no levantar demasiado la voz. Alejandro Hermosilla Ese intenso terremoto soul: Amador Blaya