•elmercuriodigital ▫ “Aquí, en el río de la Plata, tenemos un género musical que canta como nadie las trayectorias de perdedores, y lo es el tango. Este no fue ni rimas, ni baladas, sino el ‘Tango del viejo marinero’. Y me gustó hacerlo así”.
“Tango del viejo marinero”, la nueva novela de Mario Delgado Aparaín, una obra con una “gran profundidad humana”. “Tango del viejo marinero” es una novela “llena de historias y, a la vez, con una gran profundidad humana y el humor propio de Mario Delgado Aparaín, que, aun tocando temas delicadas o dolorosas, es muy agradecible por parte del lector”, expresó la docente Rosario Peyrou durante la presentación del libro.
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Mauricio Cavallo.- Este miércoles se realizó la presentación de la nueva novela del entrañable escritor de La Macana, Florida, Mario Delgado Aparaín: “Tango del viejo marinero”, (editada por Seix Barral), una historia de amistad, amor y soledad.
Con su incansable tarea de “rescate”, Delgado Aparaín apela a la trascendencia textual del texto para contar una historia que es un homenaje a nuestra gente, a la amistad y a la condición humana en sus máximas posibilidades de la gente humilde.
Peyrou destacó que se trata de una novela “coherente con la imaginación” de Delgado Aparaín, una obra vinculada con el mar, de grandes naufragios y aventuras marítimas, confeccionada desde tres personaje enclavados en la costa de Canalones, en Santa Ana.
Estos tres personajes, derrotados, solitarios -como suelen ser los personajes del autor- a través de la narración de historias que el protagonista, el Capitán Lander acumula, arman “una nueva vida en la que reviven”.
“Lo notable de la novela es que está llena de comics, de aventuras, y con la calidad de lenguaje y la sutileza de imágenes”, indicó Peyrou.
La historia es una “ampliación y una continuación” de la historia que comienza en “Terribles ojos verdes” que en el final el personaje Sampedro pregunta al detective Sherwood Cañahueca dónde pude estar el Capitán Lander. El detective le da las indicaciones y Sampedro sale caminando hacia Santa Ana. Esta novela comienza con Sampedro llegando a Santa Ana y visitando al capitán Lander desde ese punto comienza moverse la historia.
Pero también está vinculada con el “ciclo de Mosquitos”, porque los personajes son originariamente de allí y de Minas, al igual que los lugares clásicos de la narrativa de Mario Delgado Aparaín, tales como el cine Daguerre o el bar Euskalduna. Asimismo, está vinculada con otro cuento muy premiado: “El canto de la corvina negra”.
La obra toca temas tales como la amistad, el amor o la soledad, pero también aparece el mal encarnado en un médico que participó en las torturas de la dictadura y cuya hija no puede entender el grado de maldad de su padre, y ella está muy derrotada cuando llega a Santa Ana. Asimismo, el capitán Lander toma un viejo poema de Samuel Taylor: “La balada del viejo marinero” donde se cuenta una historia de la aparición del mal a través de un albatros.
“Es una novela llena de historias y, a la vez, con una gran profundidad humana y con ese humor que tiene el autor, que aun tocando cosas delicadas o dolorosas, es muy agradecible por parte del lector”, remarcó Peyrou.
Un canto a la amistad, la fraternidad y solidaridad
Por su parte, Delgado Aparaín dijo que su novela cuenta una vieja historia que siempre ha querido contar.
En un lugar humilde de la costa uruguaya, dos amigos veteranos cobijan a una jovencita suicida rescatada por uno de los protagonistas: el Capitán Lander.
Allí y conviven Sampedro, el Capitán Lander y la jovencita en una amistad fraterna y paternal durante todo el tiempo de salvación. “Ella es hija de un médico siniestro especializado en medicina de combate, es un médico supervisor de torturas”.
“Toda la historia es un canto a la amistad, a la fraternidad y solidaridad humana, pero sin demagogia ni ideologismo, sino un derroche de valores contrapuestos a la maldad humana”, remarca el autor en diálogo con LARED 21.
Asegura que la maldad “pulula” por todos lados, pero es una obsesión del capitán Lander identificar la razón de la malignidad sin motivos.
“Ello lo encuentra navegando por los mares del norte y leyendo, durante las travesías por el mar báltico, al poeta Samuel Taylor quien cuenta una leyenda sobre la maldad humana sin motivos y le permite a él, comprender una parte de su vida pasada. Siente que hay una verdadera y extraña amistad conceptual y espiritual entre él y el poeta que vivió 300 años atrás”, explica Delgado Aparaín.
La obra de Samuel Taylor es “Rimas del viejo marinero” o “La balada del viejo marinero”. Pues, las baladas cuentan historias de “perdedores o antihéroes” muchas veces reflejadas en géneros musicales contemporáneos a través de artistas tales como Joan Baéz o Johnny Cash.
“Aquí, en el río de la Plata, tenemos un género musical que canta como nadie las trayectorias de perdedores, y lo es el tango. Este no fue ni rimas, ni baladas, sino el ‘Tango del viejo marinero’. Y me gustó hacerlo así”.
“Quise hacer una historia por sobre todas las cosas entretenida y con valores naturales tan simples como profundos”, asegura.
Podría decirse, apelando al lenguaje cinematográfico, que es la “secuela” de “Terribles ojos verdes” y, a su vez, de la “ida a una matiné de hace 40 años después de haber visto ‘Motín a bordo’ donde el protagonista de la novela, el capitana Lander, se da cuenta, en la oscuridad del cine Daguerre de Mosquitos, que ese capitán amotinado encarnado en Marlon Brando es un antepasado suyo”.
También es un homenaje a “nuestros pequeños ‘paradisos’”, confía el autor en recuerdo de la exquisita película de Giuseppe Tornatore.
Pues en el nuevo trabajo de Delgado Aparaín hay mucho de “transtextualidad”.
“Me he dado cuenta de que en la novela cabe cualquier cosa, desde un tango bailado y cantado o un poema, hasta una receta culinaria del ceviche, comida del mar si las hay”, puntualiza el autor.
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