Más de 300 bidones que representan máscaras con características únicas, donde se pueden ver los rostros de hombres, mujeres y niños que estaban a bordo de un barco, forman parte de la exposión que el Rijksmuseum de Ámsterdam inaugura para abrir el debate sobre el papel de la esclavitud en la historia del país. EFE/ Imane Rachidi A João lo esclavizaron en África Occidental, y terminó en una plantación de azúcar portuguesa en Brasil. Wally trabajó toda su vida en una plantación en Surinam, plantando, cosechando y procesando caña de azúcar de sol a sol. Sus historias son reales y solo dos de las diez que presentó este martes el Rijksmusem de Ámsterdam. Con ayuda de una extensa audioguía, y a través de obras de arte y objetos variopintos, como mapas, manuscritos o una obra de arte con bidones negros, la exposición presenta diez historias reales y personales sobre víctimas de la esclavitud y dueños de esclavos, victimas que resistieron, no siempre con un final feliz, y otros que fuer