OPINIÓN de Jorge Majfud. - Los países ya no son países. Ni siquiera compañías. Son productos. De ahí que últimamente se insista tanto en hablar de “la marca Grecia”, “la marca España” o “la marca México”. Mejor dicho, los grandes medios hablan de marcas en lugar de países, ya que la gente común no usa este lenguaje. No todavía, porque sabemos que es cuestión de tiempo. Probablemente el más reciente sinceramiento lingüístico que ha inundado los grandes medios de comunicación (y que en español muchas veces son anglicismos inadvertidos por el uso sistemático) comenzó cuando se comenzó a llamar “consumidores” a los ciudadanos, cuando los derechos humanos dejaron lugar a los “derechos de los consumidores” y a las oportunidades de trabajo simplemente se los reconoció como “nichos del mercado”, primero, y “nichos” a secas, después. A partir de la comprensible exigencia sobre “la calidad del producto” y de “un mundo más eficiente”, se fue dibujando un ser monodimensional que lógicament