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Mostrando las entradas etiquetadas como JORGE RIECHMANN

Tratar al público como a chavales de catorce años

OPINIÓN de Jorge Riechmann .- Hay algo profundamente pueril en las fantasías de omnipotencia en las que nos regodeamos, colectivamente, los habitantes de las sociedades industrializadas. [1] La fantasía infantil de movilidad absoluta e instantánea (la alfombra o la escoba voladora, el deseo que instantáneamente nos transporta a otro lugar o tiempo) la persiguen el fabricante de automóviles y el planificador del transporte. La fantasía infantil de la inmortalidad, de la juventud perfecta, de la curación instantánea, la persiguen por igual el personal sanitario, la industria cosmética y los ingenieros genéticos. La fantasía infantil de la abundancia inagotable y eterna (Jauja, Cornucopia) está escrita en los estandartes de la sociedad de consumo. Leí en una entrevista con Chicho Ibáñez Serrador, el popular realizador televisivo, una cosa que me impresionó bastante. (Lo impresionante no era el contenido de su afirmación, sino el momento de sinceridad: se estaba diciendo lo que no debía

¿Qué sería progreso?

OPINIÓN de Jorge Riechmann .- Jorge Wagensberg sugiere aforísticamente: “ganar independencia con respecto a la incertidumbre”, en lo que al progreso material se refiere (el motor del progreso moral, afirma, es la compasión). [1] Es una buena intuición, pero conviene reparar en lo que entraña. “Ganar independencia con respecto a la incertidumbre” quiere decir dominar nuestro entorno, o al menos algunos aspectos del mismo. Pero definir el progreso material en términos de dominación creciente puede inducirnos a olvidar que somosinterdependientes y ecodependientes en un mundo compuesto por sistemas complejos adaptativos, y que en un mundo así el exceso de dominación es, a la postre, contraproducente: acaba volviéndose contra el mismo dominador. El progreso, más allá de ciertos umbrales de dominación y control, se vuelve regresivo: se convierte en retroprogreso. [2] [1] Jorge Wagensberg, “El progreso en aforismos”, Babelia, 31 de enero de 2015. [2] Uso desde hace años ese término…Cf. J

Sugerencia al ministro Wert

OPINIÓN de Jorge Riechmann. - Con franqueza, señor ministro, tres años de formación universitaria parecen demasiado, un desperdicio… Yo no lo llevaría más allá de año y medio. Y en la solemne ceremonia de graduación (con toda la desenfadada pompa y los agudos discursos que copiamos de los campus yanquis), nuestros jóvenes egresados/as serían dotados con un tatuaje en la mejilla derecha donde se leería: “soy empleable y sumiso” (o sumisa). La otra mejilla quedaría libre para recibir las bofetadas. [1] [1] En el Consejo de Ministros del gobierno del PP celebrado el 30 de enero de 2015, el señor Wert hizo aprobar su reforma universitaria que introducía las carreras de tres años. Véase http://politica.elpais.com/politica/2015/01/30/actualidad/1422652275_157736.html *http://tratarde.org/sugerencia-al-ministro-wert/

El optimismo antropológico sale demasiado caro

OPINIÓN de Jorge Riechmann. - “La condición humana no da para más”, viene a decir un joven amigo con cierta resignación… [1] Desde luego, no deberíamos permitirnos ilusiones en cuanto a lo que somos: el optimismo antropológico sale demasiado caro. Lo cierto es que la idea normativa de florecimiento de todos los seres vivos resulta probablemente excesiva para quienes pensamos que no hubo ni habrá paraísos (y que incluso resulta peligroso fantasear con paraísos). Rebajarla un poco, quizá hasta que dé de sí la más modesta idea normativa de existencia decente que proponía Isaiah Berlin, probablemente supone un buen movimiento. [2] Suelo decir que somos simios averiados. Pero a partir de tal constatación, ¿qué? Si llegamos a la conclusión de que ni siquiera podemos permitirnos una modesta ética universalista y transespecífica, ¡apaga y vámonos! Mejor sería entonces que el anthropos despareciera lo más rápidamente posible de la faz de la Tierra. Si sólo vamos a ser simios averiados que ma

Fracasar mejor

OPINIÓN de Jorge Riechmann .- Steven Pinker, Yves Michaud, Javier Gomá, todos ellos coinciden en lo que parece un optimismo inquebrantable: estamos viviendo la época mejor de la historia de la humanidad. Y en un plano más de andar por casa, José Miguel Monzón, “el Gran Wyoming”: “Soy de la generación que ha vivido la mejor época de la humanidad. Cualquier tiempo pasado fue una puta mierda; cuando murieron mis padres fue una mierda, y lo que vivieron mis abuelos una mierda al cuadrado, y así exponencialmente. Pero justo en esa evolución que sí tuvo la humanidad yo pillé la cima, me ha tocado todo lo mejor.” [1] Que gente tan lista pueda incurrir en semejantes simplezas… Solamente con un brutal recorte de lo que es el mundo mental de uno, y una brutal ignorancia del abismo ecológico-social abierto ante nosotros, puede uno afirmar algo así. Necesita para ello un tajo que anule cualquier cosa que pueda suponer responsabilidad intergeneracional, porejemplo… ¿“El mundo está bien hecho”?




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