OPINIÓN de Leonora Esquivel. - Hace 10 años Francisco Vásquez, chileno, y yo, mexicana, coincidimos en una ciudad muy lejana a nuestros respectivos países: Barcelona. Ahí yo me involucré en el movimiento de los derechos de los animales y Francisco me regaló un portal para publicar artículos o traducciones de otras organizaciones. Nunca imaginamos que llegaríamos a ser la organización más grande en países de habla hispana, que seríamos internacionales. Nuestro objetivo inicial fue brindar información clara y en español a quienes se interesaban por estos temas. Él con una maestria en New Media, yo haciendo un doctorado en Filosofía, poco sabíamos de visión empresarial , organizaciones no gubernamentales, gestión. Pero teníamos muy clara una sóla cosa: ayudar a los animales. Ser testigo de la explotación animal en fábricas de carne, leche, huevos, conocer acerca de los circos con animales, vivir en un país con una fuerte afición a la tauromaquia, habituarse a las caminatas de las señoras