OPINIÓN de Ollantay Itzamná, Guatemala.- El miércoles, 11 de mayo del presente año, cerca de 20 puntos de las carreteras principales del país amanecieron ocupadas por las presencias “indeseables” de un promedio de 20 mil mayas y campesinos en resistencia, aglutinados en la Coordinadora Nacional de Organizaciones Campesinas (CNOC). Foto: La Jornada Twitter Estos condenados en Guatemala, bajaron desde sus comunidades llevando consigo tamales y tortillas, algunos a la media noche, y al amanecer comenzaron a tapar los caminos por 8 horas consecutivas, acumulando unos con otros sus bronceados y curtidos cuerpos, ante la mirada incómoda de los camioneros. Sentados en el asfalto, con una mística estoica y contemplativa, exigieron la liberación de sus defensores criminalizados y de los ríos secuestrados por los ricos, el castigo para los diputados, empresarios y militares corruptos, la anulación de subsidios y privilegios tributarios para las grandes empresas, la renacionalización de los bien