Filippo Grandi: Nuestra solidaridad hacia el pueblo sirio no debe languidecer ante una década de muerte, destrucción y desplazamiento
Alto Comisionado de las Naciones Unidas para las Personas Refugiadas Joven refugiada siria fuera de su hogar en un asentamiento en el Valle de la Becá, Líbano. © ACNUR/Diego Ibarra Sánchez Han pasado diez años desde que se desató la crisis en Siria, que ha causado mucho dolor y sufrimiento. El mundo le ha fallado al pueblo sirio. En mi papel como Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, al tener a mi cargo la respuesta a una de las crisis de refugiados más grande en la era moderna, rememoro este aniversario con mucho pesar. La comunidad internacional no debe olvidar que esta década de muerte, destrucción y desplazamiento transcurrió frente a sus ojos. Diez años después, la mitad de la población siria se ha visto obligada a abandonar su hogar. Más de 5,5 millones de personas han sido acogidas en la región, mientras que cientos de miles más han huido a 130 países distintos. Dentro de la propia Siria hay 6,7 millones de personas desplazadas. Diez años después, no qued